El estado es responsable.
El Partido Obrero llama la atención sobre el ensañamiento del gobierno contra las trabajadoras de la empresa Guzmán.
En primer lugar es falso que el estado no sea responsable de la situación de esa contratista tercerizada y de sus trabajadoras. La tercerización no excluye al principal (en este caso el estado) de sus responsabilidades ante incumplimientos de la empresa contratista. Por otra parte la corrupción que ha sido develada por las denuncias de las propias trabajadoras de Guzman , se arrastra desde hace muchos años y los funcionarios no pueden ignorarlas. ¿Saben los comentaristas de esta situación que las planillas que llenan los directivos de escuelas, no incluyen el control de la cantidad de empleados que efectivamente prestan servicios? Mucha casualidad, ¿No?
El sistema de tercerización subsiste sobre la base de ese fraude laboral que hace la empresa cobrando por el trabajo de empleados que no existen. Este fraude permite una ganancia que financia retornos a los propios funcionarios. El Estado es responsable tanto de la superexplotación de estas obreras, como del fraude que ahora viene a denunciar ante un escándalo ya desatado.
El estado no ha contratado a otras empresas en reemplazo de la rescindida Guzmán, sino que durante los dos meses que median desde el anterior conflicto ha ido tomando y entrenando trabajadores nuevos llegados de las unidades básicas, que a la postre han reemplazado a las compañeras de Guzmán. El gobierno confiesa así que la tercerización hace agua y estatiza el servicio pero dejando en la calle a las trabajadoras. El estado incurre entonces en discriminacion contra estas mujeres.
El estado también es responsable por atrasar los pagos más de tres meses y ahora pretende colocarse en el papel de “justiciero”, pagando en forma directa a las obreras con lo que vuelve a confesar que está obligado a cumplir con las trabajadoras.
Las únicas que actuaron lealmente en todo esto fueron las compañeras, que trabajaron sin desmayos y con excelente concepto mientras prestaron servicios, y cuando finalmente pasaron tres meses sin cobrar salieron a luchar y denunciaron a la empresa, lo que luego derivó en la investigación tardía realizada por las autoridades.
La empresa Guzmán es un parásito del estado, pero ojo que el estado bajo las actuales administraciones también es un parásito de la propia sociedad.
El Partido Obrero reclama el ingreso inmediato de las 57 trabajadoras de Guzmán a la planta del estado y su restitución a los puestos de trabajo que prestaban hasta hace unos días. Mariano Ferreyra fue asesinado hace casi 4 años mientras luchaba contra la tercerización y el fraude laboral. El Partido Obrero jamás dejará caer esas banderas.
Miguel del Pla.
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