La mujer fue sorprendida cuando dormía en su casa junto a sus hijos. La llevaron hasta la distribuidora Lon Can, para que abriera la puerta y desactivara la alarma. De una oficina se llevaron un maletín con casi medio millón de pesos. Luego, regresaron a la vivienda de la encargada, donde habían quedado sujetos en custodia de los hijos, y huyeron sin levantar sospecha.
Un grupo de asaltantes, secuestraron a una encargada de una distribuidora, y la obligaron a entregar a un maletín con una suma significativa de dinero.
El hecho se registró en la madrugada de ayer, cuando la mujer de unos 40 años se encontraba descansando en su domicilio de calle San José Obrero al 1100. La encargada de la distribuidora mayorista y minorista Lon Can, estaba en su vivienda acompañada de sus hijos de 12 y 19 años.
Se estima que cerca de las 4:30 horas irrumpieron en el domicilio de la mujer, entre cuatro y seis sujetos, que la redujeron a ella y a sus hijos. A los muchachos les sujetaron las manos con cinta de embalar. Los desconocidos ingresaron con los rostros cubiertos y aparentemente, sin armas de fuego a la vista.
A la mujer la obligaron a abrigarse, y junto al menos tres individuos se retiraron en su automóvil. El destino era la distribuidora Lon Can, ubicada en calle Ameghino al 300. La encargada del establecimiento que provee diferentes productos a comercios de la ciudad, desactivó la alarma e ingresó al local. Uno de habría quedado en el vehículo y dos la acompañaron, subiendo a las oficinas.
Aparentemente, los asaltantes contaban con la información que la recaudación del lunes y martes no había sido depositada en el banco por el paro general de actividades, que afectó a las entidades crediticias.
Los sujetos apuntaron a un maletín, que según los trascendidos guardaba cerca de 500.000 pesos. El mismo no había sido resguardado en una caja fuerte, y se encontraba en un mueble de una de las oficinas.
Abandonaron las instalaciones, sin que la empresa de seguridad privada reportara anormalidades en el sistema de alarma que se activó, cuando la encargada fue obligada a abrir las puertas de la distribuidora.
Regresaron inmediatamente al domicilio de calle San José Obrero al 1100, donde aguardaban otros delincuentes que custodiaban a los hijos de la mujer.
La maniataron y huyeron. Luego pudieron desatarse, y dar aviso a la Policía. Anoche, la investigación por este hecho era encabezado por personal de las comisarías Sexta y Segunda en forma conjunta con la División Delitos Complejos.
Las víctimas indicaron a los policías que nunca observaron los rostros de los asaltantes, ya que en todo momento los cubrieron con diferentes elementos, ni tampoco exhibieron armas de fuego.
Se supo que tras forzar una puerta del garaje, lograron irrumpir en la vivienda.
La Opinión Austral.
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