Un justicialismo unificado a partir del 10 de diciembre podría contar con amplia mayoría en el Senado ya que los senadores de origen peronista superarían los dos tercios de la Cámara alta.
Un justicialismo unificado a partir del 10 de diciembre podría contar con amplia mayoría en el Senado ya que los senadores de origen peronista superarían los dos tercios de la cámara alta en el caso de que se reiteren en octubre los resultados de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se llevaron a cabo el 9 de agosto último.
Así, los legisladores con pertenencia presente o pasada en el Partido Justicialista llegarían a ser 52: un número que permite obtener quórum propio Así, los legisladores con pertenencia presente o pasada en el Partido Justicialista llegarían a ser 52: un número que permite obtener quórum propio, y que implica cuatro más que los 48 que se necesitan, por ejemplo, para avanzar con una reforma constitucional o para aprobar leyes que necesitan mayoría absoluta, como la Ley Electoral.
La posibilidad de lograr ese número de 52 senadores se daría sólo si los resultados fueran similares a los obtenidos el domingo 9 de agosto último.
De acuerdo con esos guarismos, el bloque del Frente para la Victoria estaría conformado por 40 senadores, tres más que el número necesario para la mayoría absoluta.
Fuentes del bloque oficialista reconocieron a la agencia Télam que varios de los que ingresarán por otras listas peronistas en diciembre podrían llegar a un acuerdo para votar a favor de los proyectos que envíe el próximo presidente, si este fuera de origen justicialista.
“Los cordobeses, por ejemplo, van a formar su propio bloque. Pero votarían con nosotros”, reveló la fuente.
En ese sentido, a los 40 integrantes “puros” del FPV habría que sumarles a los dos cordobeses que representan al futuro gobernador Juan Schiaretti: el diputado Carlos Caserio y la actual vicegobernadora, Alicia Pregno.
En Chubut podría darse una situación similar, debido a que el kirchnerismo hará ingresar a dos senadores por la mayoría y el tercero responde al peronismo del ex gobernador Mario Das Neves.
A esa lista se podrían sumar los peronistas que responden al pampeano Carlos Verna.
El peronismo unificado también podría eventualmente sumar a sus filas al senador por Santa Fe, Carlos Reutemann, aunque sea reelecto a través de Cambiemos representando al PRO.
Asimismo, hay otros cinco que no renovaron en este turno y que hoy forman parte del peronismo disidente dentro del Interbloque Federal.
Ellos son el salteño Juan Carlos Romero, el sanjuanino Roberto Basualdo, los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso y Julio Pereyra quien ingresó por el Movimiento Popular Neuquino pero que cerró un acuerdo electoral con Sergio Massa.
Fuera de ese interbloque se encuentra el ex presidente justicialista Carlos Menem.
Finalmente, el número de adherentes al oficialismo podría ser aún mayor si se suma a los aliados no peronistas, pero que en general acompañaron a la hora de votar al Frente para la Victoria, como la neuquina Lucila Crexell y el santiagueño Gerardo Zamora, actual Presidente Provisional del Senado.
En ese escenario, un bloque de 52 senadores no necesitaría acordar con la oposición la posibilidad de aprobar proyectos sobre tablas, es decir sin esperar los siete días necesarios luego de obtener dictamen en las comisiones.
Asimismo, esa amplia mayoría facilita la aprobación de acuerdos, como los de los miembros de la Corte Suprema, la Procuración o la Defensoría, en los que se necesitan los dos tercios de los presentes.
Además, si se sentaran todos los legisladores no justicialistas en el recinto (PRO, UCR, centro izquierda), unos 20 senadores, al peronismo unificado le alcanzaría con que hubiera sólo 40 de los suyos para llegar a la aprobación de proyectos por mayoría especial.
(Fuente: Télam.)
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