Se declaró culpable de matar con un destornillador

“Cuando vi que me había mandado la ‘macana’, lo único que hice fue abrazarlo y acostarlo en el piso”, fueron las palabras de Brian Conrad, quien ayer fue sometido a un juicio abreviado por el homicidio de Gerardo Villacorta, a quien le clavó un destornillador en el cuello durante una pelea que se produjo hace poco más de un año en un taller mecánico de Caleta Olivia.

La audiencia comenzó ayer a las 10:30 en la Cámara del Crimen y el imputado, Brian Alberto Conrad (24) admitió ante el Tribunal conformado por Cristina Lembeye, Juan Pablo Olivera y Omar Alonso, haber sido el autor de la agresión ocurrida el 20 de enero de 2015, causándole gravísimas heridas a Gerardo Villacorta (28), quien falleció dos días después en el Hospital Zonal.

La Fiscalía estuvo a cargo de Carlos Rearte, la defensa fue responsabilidad de Heraldo Nanni y la querella fue representada por Ismael Machuca. En el juicio solo estuvieron presentes los familiares del imputado que arribaron desde Puerto Madryn (su madre, su novia y el pequeño hijo de ambos de un año), mientras que los allegados a la víctima prefirieron no estar presentes.

Según relató Conrad, la discusión que mantuvo con Villacorta en un taller mecánico comenzó “cuando yo estaba trabajando y cayó este hombre, que en paz descanse, y empezó a agredir a todos; entonces yo pregunté quién era y me contestó: ‘¿no sabés quién soy?’. Ahí empezó a pegarme patadas mientras yo estaba metido debajo de un Escort arreglándolo”.

“ME HABIA MANDADO LA MACANA”

Conrad dijo que fue en ese momento cuando reaccionó. “Estuvimos cagándonos a trompadas un rato largo y cuando lo miré a mi tío (Ariel Perlatto) vi que tenía un corte en la cabeza”. Inmediatamente, el imputado trató de pasar por alto el momento de la agresión y expresó: “cuando vi que me había mandado la macana, lo único que hice fue abrazarlo y acostarlo en el piso”. El juez Olivera interrumpió el relato y le preguntó a qué se refería cuando decía “la macana”, a lo que Conrad respondió: “clavarle el destornillador en el cuello”. Siguiendo con el relato, aseguró que “este hombre (Villacorta) quería seguir peleando y yo le dije ‘ya está, Flaco’. Como vi que largaba mucha sangre, me saqué la remera y se la puse en la herida”. El acusado contó que inmediatamente pidieron una ambulancia al Hospital Zonal pero como tardaba mucho en llegar subieron a Villacorta a una Traffic, pero no arrancó y esperaron a que llegara la ambulancia que finalmente los trasladó al nosocomio donde agonizó durante dos días. “Estoy arrepentidísimo de lo que hice. Me imagino el dolor que están pasando los hijos, la mujer y los padres. Yo tampoco tengo padre y me imagino cómo deben sentirse los hijos”, expresó.

ALEGATOS

Durante los alegatos, la querella solicitó la pena de 11 años de cárcel por el delito de homicidio simple, en tanto que la Fiscalía reclamó 10 de prisión por el mismo delito, mientras el abogado defensor requirió la pena mínima, es decir 8 años, argumentando que fue “un caso que ni él mismo puede explicar. Por eso creo que 8 años son sumamente suficientes como condena por el delito que cometió”. Finalmente, haciendo uso del beneficio de las últimas palabras antes de la sentencia, el acusado expresó con la voz quebrada que “me hubiese gustado conocer a la familia de él y pedirle mil disculpas por lo que hice; no puedo ni hablar”. El presidente del tribunal informó que la sentencia será dada a conocer por mesa de entradas el martes 1 de marzo al mediodía. Vale recordar que Conrad es oriundo de Puerto Madryn y había llegado a esta ciudad tres meses antes del crimen, para trabajar en el taller mecánico de su tío Perlatto. Actualmente se encuentra detenido en la alcaidía de esta ciudad, donde realiza trabajos de carpintería para mantener a su hijo y está finalizando sus estudios secundarios. En tanto, Villacorta era padre de dos hijos y jugador del equipo de futbol Deportivo PV, que participa en la Liga Independiente de los Barrios, habiendo sido campeón en la categoría principal “A” el 5 de enero de 2015. Tras agonizar durante dos días en el Hospital Zonal, la familia decidió que sus órganos fueran donados.

(Fuente: El patagónico)