Se trata de Cristian Gabriel Angel, sentenciado a la pena de prisión perpetua por el homicidio de Rita Bejarano. Los familiares de la maestra celebraron el fallo. Tras varios días de búsqueda, su cuerpo fue hallado el 10 de noviembre de 2014 por obreros que realizaban un tendido de fibra óptica en un descampado en la ruta nacional 3.
La Justicia condenó a Cristian Gabriel Angel a la pena de prisión perpetua por el homicidio de Rita Bejarano. En medio del dolor los familiares de la víctima celebraron la decisión del tribunal: “Fueron muy inteligentes, estuvieron iluminados por Dios”.
“Gracias” se escuchó por parte de los familiares de la docente cuando conocieron la sentencia. “Se llegó a la sentencia en relación a una de las calificaciones, es decir por relación de pareja y no por violencia de género”, explicó el fiscal Carlos Rearte al expresar que la “sentencia puede ser recurrida por cualquiera de las partes en un plazo de 10 días”.
Hermanos, hijos, nietos, sobrinos y amigos de Bejarano celebraron el fallo y se mostraron agradecidos con los jueces. “Queríamos que ella descanse en paz, estamos desconsolados, a mi hermana la tenemos en el cementerio, pero queríamos esto, no sentimos alivio porque no la tenemos, pero la Justicia hizo algo por nosotros. Los jueces fueron muy inteligentes, estuvieron iluminados por Dios y lograron llegar a la verdad, fueron honestos para que esto se resuelva como se tenía que resolver”.
El tribunal estuvo integrado por los jueces Angeles Lembeye, Juan Pablo Olivera y Laura Inés Vallebella, informó el portal de noticias Voces y Apuntes.
Obsesivo
Varias de las amigas de Bejarano, quien se desempeñaba como docente de apoyo escolar en el Centro Integrador Comunitario Virgen del Valle, coincidieron en las declaraciones realizadas en primera instancia: la víctima quería poner fin a la relación con Angel.
Justificaron esos dichos en que ella les había relatado varias situaciones en las que quedó en evidencia que el ahora imputado “era muy mujeriego” y que mantenía conversaciones a través de la red social “Badoo” con muchas mujeres. Además, dijeron que según lo que contaba Bejarano, él era “pesado, obsesivo, controlador y celoso”.
Durante el proceso se conocieron otros detalles del espeluznante caso, entre ellos que minutos antes de que Angel admitiera ser el autor del crimen se había reunido con dos de sus hermanos y la esposa de uno de ellos, de apellido Vallejos, a quienes les confesó “yo la maté”, mostrándose esta última sorprendida por “la tranquilidad con que lo dijo”.
Luego del cuarto intermedio, se sentó frente a los jueces uno de los hijos de la víctima (Matías Araujo), ante lo cual Angel solicitó salir de la sala y escuchar la declaración desde el salón de audio.
Entre otras cosas, el joven relató entre sollozos: “le pedí que sea sincero conmigo si le había hecho daño a mi mamá, pero él me decía que no. Cuando me acompañó a buscarla a Comodoro Rivadavia, donde me decían que podía estar, él fue y volvió llorando, diciendo que estaba nervioso porque no sabía dónde estaba”.
Macabro hallazgo
La docente, madre de cinco hijos, fue hallada sin vida el 10 de noviembre de 2014 por obreros que realizaban un tendido de fibra óptica en un descampado en inmediaciones del paraje La Lobería, ubicado a 35 kilómetros al norte de la ciudad de Caleta Olivia. El cuerpo estaba semienterrado en un zanjón en el kilómetro 1.872 y en avanzado estado de descomposición.
El 30 de noviembre a las 4:30 de la madrugada, Angel se presentó en las oficinas de la División Delitos Complejos de esa ciudad y confesó ser el autor del crimen, aunque en la tarde de ese mismo día -ante el juez de Instrucción Jorge Alonso y el fiscal Martín Sedán- se desdijo y alegó ser inocente.
(Fuente: La Opinión Austral.)
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