Por Irene Stur.
Si bien el Instituto asegura que no se debe “comparar” la tasa difundida con las realizadas por la gestión anterior, por tener que ser consideradas “con reservas”, para la capital santacruceña los datos muestran un leve crecimiento de la desocupación, pero un fuerte descenso de la ocupacional. El fenómeno nuevo es la gente empleada que busca un segundo trabajo. De esta manera son 8.200 las personas preocupadas o afectadas por esta problemática.
La tasa de desocupación creció al 9,3% en el segundo trimestre del año, según datos oficiales difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) días atrás. Las cifras más altas de desempleo corresponden a Gran Rosario (11,7%); Mar del Plata (11,6%); Gran Córdoba (11,5%); partidos del GBA (11,2%); Río Cuarto (10,5%).
El INDEC así dio a conocer el primer indicador sobre desocupación del actual gobierno, ya que el último dato oficial correspondía al tercer trimestre de 2015, cuando se ubicó en el 5,9% de la población económicamente activa, durante la polémica intervención del ente estadístico.
Al difundir los datos, el Instituto lo emitió sin cifras oficiales de la situación del mercado laboral del primer trimestre de este año y último del año anterior, pero tampoco realizó la curva comparativa.
“No se incluyen datos de trimestres anteriores dado que, conforme a la emergencia estadística, el INDEC ha dispuesto que las series publicadas con posterioridad al primer trimestre de 2007 y hasta el cuarto trimestre de 2015, deben ser consideradas con reservas”, aclaró el ente estadístico.
Pero dicha comparación es inevitable. A nivel nacional los datos actuales en paralelo a los de hace un año, muestran un incremento del desempleo de 2,7 puntos porcentuales desde el 6,6% del período abril-junio de 2015.
Para el caso de Santa Cruz, la única localidad medida es Río Gallegos, ésta refleja una desocupación del 6,3%, un punto coma uno más que hace un año que midió 5,2%. Es decir que en la capital unas 500 personas dejaron de tener empleo en el último año.
La evolución
A la hora de explicar el crecimiento de las cifras nacionales, se señala que hubo un segmento de desocupados que antes no eran tenidos en cuenta y ahora fueron sumados, además de la pérdida de empleo ocurrida durante la primera parte del año que, según datos oficiales, superaron los 110 mil en el sector privado.
A nivel nacional es de 1.165.000 personas el número estimado de desocupados. Sin embargo, diferentes puntos del país muestran dinámicas diferentes.
Según el relevamiento del Indec, que toma en cuenta la situación en 31 grandes centros urbanos a nivel nacional, Rosario, Mar del Plata y Córdoba son las ciudades con mayor incidencia del desempleo. En el Gran Rosario, la desocupación fue del 11,7% en el segundo trimestre, un universo que comprende a 72.000 personas.
En tanto, la ciudad balnearia bonaerense registró 11,6% de desempleo (33.000 personas) según el organismo, mientras que en el Gran Córdoba y el Gran Buenos Aires (sin considerar Capital Federal), fue del 11,5% (83.000 personas) y 11,2% (601.000 personas), respectivamente.
En el caso de Río Gallegos, la desocupación en términos poblacionales afecta a unas 3.200 personas, en tanto que hace un año eran 2.700 las que no tenían trabajo.
La Patagonia muestra igualmente un menor problema de empleo. De hecho Comodoro Rivadavia y sus alrededores fue, según el relevamiento, el centro urbano con menor índice de desempleo. Allí, informó el Indec, la desocupación fue del 2,4%, un conjunto que comprende a alrededor de 2.000 personas en edad activa. Luego se ubicaron San Luis (2,8% de desocupación) y Santiago del Estero – La Banda (3,9%).
Edad y género
Además de las variaciones entre las ciudades, la dinámica laboral a nivel nacional muestra diferencias entre géneros y grupos etarios. De acuerdo con el Indec, la desocupación entre los jóvenes duplica la media general, con un 18,9% de los ciudadanos menores de 29 años en esa condición. La situación cambia para el grupo de personas entre 30 y 64 años, entre los que el desempleo alcanza al 5,8%.
Otra brecha llamativa es la existente entre hombres y mujeres, donde el impacto de la desocupación es más profundo. Según el Indec, en el segundo trimestre de 2016, mientras que en la población masculina hubo un 8,5% de desempleados, entre las mujeres esa cifra ascendió al 10,5%.
En el caso de los jóvenes la media argentina es superior a la que presenta América Latina. De hecho la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó dos días después que el INDEC sus cálculos sobre desempleo juvenil. Fue la región de América Latina y el Caribe la que mostró el índice más alto del mundo. Se espera que este año llegue al 16,8% y que en 2017 alcance el 17,1%. Pero para la Argentina, la realidad es peor: en el segundo trimestre del año, la desocupación entre los menores de 29 años ya se ubica en el 18,9%.
Lamentablemente el Indec no calculó el número absoluto de jóvenes con falta de empleo en el país en su informe.
“El impacto de la incertidumbre económica en Brasil es un factor muy importante para el repunte (del desempleo juvenil en la región). Hay que recordar que el PBI cayó considerablemente. Además, la situación en la Argentina, aunque no tan grave, también afecta”, explicó en conferencia de prensa Steven Tobin, economista de la OIT al hablar de este tema en la presentación del informe.
Por su parte, Susana Puerto, una de las expertas de la OIT, matizó que si bien el crecimiento del desempleo juvenil en América latina es un hecho negativo, “la OIT no lo ve como una tendencia alarmante”.
“El repunte es debido a la situación en Brasil y en Argentina, pero no se siente como algo estructural de la región”, sostuvo Puerto.
El de los jóvenes no es el único problema estructural del mercado laboral argentino. El desempleo femenino, que como se consignó más arriba fue del 10,5% en el segundo trimestre del año, superó así el nivel general del 9,3%. Para los especialistas, no sólo tienen una mayor dificultad que los hombres para acceder a un trabajo, sino que además sus empleos son más precarios.
Fuerte suba de la subocupación
Para el caso de las mujeres, la tasa de subocupación (son aquellas personas que trabajan menos de 35 horas semanales por cuestiones involuntarias) fue del 13,9%, un dato más elevado que la que registraron los hombres (9,2%).
En tanto las tasas de empleo (ocupados sobre los activos) y las de actividad (aquellos que buscan empleo), fueron, en el segundo trimestre del año, menores para las mujeres y los jóvenes que para el resto. Es decir, hubo menos ocupados en esos segmentos, pero también hay más desalentados para seguir buscando trabajo.
“Los diferenciales, tanto de desocupación como de precarización, de todos los indicadores malos del mercado de trabajo siempre fueron mayores en los jóvenes y las mujeres”, afirmó en declaraciones radiales la directora de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, Cynthia Pok.
“Lo más relevante del dato del Indec fue que el alza del desempleo no tuvo que ver con que hubo una destrucción de empleo grave, sino con que hay más gente que busca empleo porque el salario no alcanza”, dijo el economista Claudio Lozano, que estimó en 300.000 los desempleados ocultos por el viejo Indec. “El desempleo juvenil duplica el nivel general. En el caso de la mujer, la tasa de empleo es más baja y los trabajos son más precarizados”, cerró.
Medición a medias
El beneficio de la “no destrucción” de empleo de la que habla Pok tiene que ver con que la tasa de “ocupación” se mantuvo sin cambios. Esto sin embargo no ocurrió en Santa Cruz.
Al menos mil personas menos dejaron de ser consideradas “ocupadas” en Río Gallegos, sobre una población total que creció en dos mil personas pero que bajó en igual proporción en la económicamente activa.
Lo llamativo es que pese a que bajó el nivel de ocupación hubo una caída drástica de la subocupación en un año. En 2015 un 6,8% de la población económicamente activa (unas 52 mil personas) estaban subocupados, un año después, sólo el 2,3% está en esa condición (sobre una PEA de 51 mil personas)
Esta fuerte diferencia se ve reflejada en la nueva forma de informar por parte del INDEC como “ocupación demandante de empleo” un índice que se ubica para Río Gallegos en el 7,5%.
De esta forma en la capital provincial en la que se estima vive un total de 112 mil personas, de las cuales 51 mil son las que están en la franja laboral, hay 3200 que no tienen trabajo, otras 1200 hacen changas, en tanto hay otras 3800 que si bien tienen empleo necesitan o buscan otro más.
Lo que implica que 8.200 personas que viven en Río Gallegos tienen en el empleo o la falta de él una preocupación o problema.
Es importante señalar que en la Encuesta Permanente de Hogares la única ciudad que se mide es Río Gallegos, por lo que el impacto, por ejemplo, del parate de la construcción en la provincia, que se estimó en unos 5 mil trabajadores desocupados, no queda reflejado a la hora de estimar las tasas de empleo y desempleo en Santa Cruz.
(Fuente: La Opinión Austral.)
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