Quisieron identificar a un joven, y un grupo de personas, familiares del mismo, atacaron a los policías con golpes y elementos contundentes. Lograron demorar a uno de los violentos y trasladarlo a la Comisaría Quinta. Luego se presentó el secretario de Derechos Humanos y cuestionó el proceder policial, amenazando con sanciones.
El intento de identificación de un joven por parte de la Policía en el barrio Gaucho Rivero terminó en incidentes, donde resultaron lesionados al menos cuatro efectivos y dañado un patrullero.
Eran cerca de las 13:30 horas de ayer, cuando una patrulla de la Comisaría Quinta regresaba del Vaciadero Municipal donde había demorado a un joven salteño quien no se encontraba identificado. Fue en ese trayecto, que los uniformados observaron en calle Sargento Riquelme y Capitán Giachino a un joven al lado de una motocicleta. Dejaron al demorado en el Vaciadero en la Comisaría –luego se supo que contaba con antecedentes – y regresaron al sitio donde se encontraba el joven sospechoso, para identificarlo y solicitarle la documentación de la motocicleta. Al detenerse el patrullero en el lugar, el muchacho emprendió la huida. De una vivienda salió otro joven con un casco, y adujo a los policías que el vehículo le pertenencia y que no podían “tocarlo” porque era menor. En ese instante salieron de la casa varias personas, entre ellas mujeres y menores, que comenzaron a cuestionar el proceder de los uniformados, a insultarlos, para luego agredirlos a golpe de puño y patadas. Fue allí que trataron de retener a los más violentos, un joven de 17 años, pero éste golpeó a los policías, llegando a romperle los anteojos a uno. En medio de los incidentes, uno de los tres efectivos (dos hombres y una mujer) solicitó apoyo a la comisaría y otras dependencias.
Con la ayuda de otros efectivos lograron controlar a los violentos y demorar a un sujeto de 22 años. Mientras que el de 17 arrojaba piedras y caños contra el personal policial, dañando uno de los móviles. La motocicleta en medio de los incidentes fue ocultada, por lo que se sospecha que sería robada.
El demorado fue trasladado a la Comisaría Quinta por los cargos de “atentado, resistencia, amenazas, daños, y lesiones leves”, quedando a disposición del Juzgado del Menor Nº 2. Después el adolescente más agresivo se presentó junto a su madre en la sede policial.
Se conoció que el secretario de Derechos Humanos de la provincia, Horacio Pietragalla, arribó a la comisaría momentos después de los incidentes, y aparentemente no lo hizo para conocer el estado de salud de los policías agredidos, sino para cuestionar el proceder de los mismos. Trascendió que se mostró prepotente y amenazó con iniciarles sanciones. La actitud del funcionario no cayó bien en los policías. El jefe de la Unidad Regional Sur, comisario Horacio Rodríguez, se acercó a la dependencia para conocer como se desataron los hechos y el estado de salud de los uniformados.
(Fuente: La Opinión Austral.)
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