El juez federal Daniel Rafecas lo dictaminó por el estado de salud a la hermana Alba en la causa donde se pretendía investigarla como supuesta encubridora del detenido ex secretario de Obras Públicas.
El juez federal Daniel Rafecas dictó el sobreseimiento y declaró ininmputable por “estado demencial” a la hermana Alba en la causa donde se pretendía investigarla como supuesta encubridora del detenido ex secretario de Obras Públicas kirchnerista, José López, apresado al intentar esconder casi 9 millones de dólares en el monasterio de General Rodríguez a cargo de esta religiosa.
La decisión se tomó luego de recibirse los informes de dos juntas médicas a las que fue sometida la religiosa de 95 años, postrada en su habitación del convento, y que dieron como conclusión que no está en condiciones de enfrentar un proceso penal, informaron a Télam fuentes judiciales.
La religiosa fue señalada por las otras monjas del convento como la que dio la orden de abrirle la puerta a López la madurgada del 14 de junio pasado, cuando llegó al lugar en su camioneta con varios bolsos y una valija que escondían casi 9 millones de dólares y una escopeta.
Alba Martínez nunca llegó a declarar en la causa y los médicos determinaron que sufre un “deterioro cognitivo”, entre otras patologías, por lo cual el juez resolvió dejarla fuera de la causa en la que está procesado por enriquecimiento ilícito López y están imputadas otras religiosas que ese día estaban en el lugar y lo ayudaron a ingresar los bolsos.
El sobreseimiento fue dictado por el artículo 336 inciso 5 del Código Procesal Penal que se refiere a la inimputabilidad de los acusados en vinculación a su estado de salud a la hora de enfrentar un juicio.
El 29 de agosto pasado, en el informe de la última junta médica convocada por el juez a pedido del fiscal federal Federico Delgado, se determinó que Alba Día de España Martínez Fernández “no se encuentra en condiciones psicofísicas para enfrentar un proceso penal”.
El médico forense Maximilano Luna; el jefe del Servicio de Neurología Forense. Osvaldo Fontinoni; y psicóloga forense Adela Orggatti visitaron a la monja en General Rodríguez y concluyeron que la anciana “requiere asistencia permanente, se encuentra desorientada, particularmente en tiempo; el conocimiento de hechos concernientes a sí misma se mantiene, pero es parcial, fragmentado e incompleto”.
A partir de esos elementos, entre otros, determinaron que la religiosa sufre un “estado demencial moderado”.
“No tendría memoria y otras funciones cognitivas suficientes para responder con veracidad a las preguntas efectuadas”, afirmó la Junta Mëdica, ante lo cual “no se encontraría en condiciones de declarar con discernimiento o introspección razonables”, ni “poseería cognición suficiente para comprender y poder interactuar coherentemente”.
En la causa está procesado López con prisión preventiva y un embargo de 220 millones de pesos.
También lo está, pero sin prisión preventiva, su esposa María Amalia Díaz como “partícipe necesaria” del enriquecimiento de su marido y como participes necesarios a raíz de la casa cuya propiedad se atribuye a la pareja en Dique Luján, los empresrios Andrés Galera y Eduardo Gutiérrez, que tuvieron a su nombre esa propiedad mientras el ex funcionario decía ser inquilino.
La hermana Celia Inés Aparicio, quien abrió la puerta del monasterio a López la madrugada en que quedó preso, fue beneficiada con falta de mérito hasta que concluyan medidas de prueba.
El sobreseimiento de la hermana Alba fue ya notificado al fiscal Delgado, quien no apelaría la medida, adelantaron fuentes judiciales.
(Fuente: Télam.)
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