La Brigada de Investigaciones se encuentra al frente de la búsqueda del condenado que en 2013 asesinó al estudiante de Geología Alejandro Balle. La principal hipótesis policial es que haya abandonado esta ciudad y se encuentre refugiado en la cordillera, donde tiene conocidos. En forma paralela a la búsqueda, se investiga si existió complicidad policial en su fuga.
La fuga de Javier Alejandro Lezcano tiene desconcertada a la policía de Comodoro Rivadavia que hasta ahora carece de indicios sobre dónde puede estar escondido. En primera medida se sabe que el interno recibió ayuda desde el exterior del recinto carcelario para escapar el miércoles por la tarde de la alcaidía policial del barrio Industrial.
En primer lugar fallaron las requisas ya que Lezcano tenía en su poder una lima con la que aflojó los barrotes de la ventana de su celda. Una vez en el patio exterior, pudo escalar los altos paredones y rejas. Una improvisada soga unida con sábanas fue la cuerda perfecta para trepar los muros y llegar hasta la calle.
Durante esa jornada los internos recibieron la visita de sus familiares y todo apunta a que el reo planificó con antelación su escape. Es más, la policía cree que el condenado recibió el apoyo de un vehículo que lo esperaba en los alrededores.
Los domicilios directos de la familia de Lezcano y de su pareja fueron vigilados y se descartó que se encuentre escondido. Incluso fue allanada la vivienda de su pareja. Desde la justicia se libró la captura internacional del individuo por la peligrosidad que representa, ya que se purga una condena de prisión perpetua.
Los investigadores creen que se fue de Comodoro Rivadavia el mismo día en que se fugó, a pesar de que esa misma noche se desarrollaron intensos controles en las salidas de esta ciudad.
Desde la Brigada de Investigaciones se comunicaron con sus pares de Esquel para iniciar las averiguaciones en la zona cordillerana. Un antecedente que se tiene en cuenta en ese sentido es que Lezcano al ser detenido como sospechoso del homicidio de Alejandro Balle residía en la localidad rionegrina de El Bolsón.
POLICIAS EN LA MIRA
En forma paralela a la búsqueda del prófugo, la jefatura de la Policía del Chubut inició una investigación interna para deslindar responsabilidades sobre una presunta connivencia policial en la fuga. Se busca establecer cómo es que Lezcano tuvo acceso a una lima para burlar la seguridad del recinto y por qué la presencia del elemento con el que cortó los barrotes no fue advertido por los celadores.
Se cree que la fuga se perpetró entre las 19 y las 20:45 del miércoles, horario de recuento de reclusos, momento en que los policías se dieron cuenta de su ausencia. Fueron casi dos horas en que el reo tuvo tiempo para escapar.
A ello se suma los reproches al segundo jefe de la alcaidía, el subcomisario Omar Martínez, quien según confirmaron otras fuentes policiales, en el momento de la fuga se encontraba realizando tareas de servicio adicional. Se trataba de la custodia del banco móvil de la Policía de Chubut en el interior de la provincia.
Distintos llamados telefónicos a este diario realizados por policías que pidieron resguardo de identidad, se quejaron de esa situación ya que los jefes policiales están impedidos de cumplir servicio adicional –por el que perciben honorarios- ya que tienen dedicación exclusiva en sus funciones.
EL CRIMEN
Lezcano fue condenado por el delito de homicidio criminis causa –cometer un asesinato para ocultar otro delito- que tuvo como víctima al estudiante de Geología, Alejandro Balle. El joven oriundo de Río Senguer fue atacado en la vivienda que alquilaba en la calle Larreta 80, en Kilómetro 5, durante la noche del 25 de julio de 2013.
Esa noche fue seguido desde que salió de su trabajo –en el local “Game Over”, ubicado en Alsina casi Rivadavia- y cuando abordó el transporte público de pasajeros hacia la zona norte de la ciudad. Los sospechosos viajaban a bordo de un Fiat Palio que estaba al mando del otro condenado Santiago Reuter, quien recibió 10 años por el delito de robo agravado.
El principal objetivo era sacarle las llaves del local para poder robarlo. Cuando Balle fue interceptado en su vivienda por Lezcano comenzó un forcejeo en el que también habría intervenido Luis Humberto Espinoza, quien en el juicio resultó absuelto. Reuter, en tanto, los esperaba afuera.
A Balle le fracturaron el cráneo a golpes con la culata del arma y luego Lezcano le efectuó un disparo en la cabeza para apoderarse de las llaves, dos teléfono celulares y el comando de la alarma del local.
En enero de este año los ministros de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia del Chubut, Alejandro Panizzi, Jorge Pfleger y Aldo Luis De Cunto, confirmaron la sentencia condenatoria contra Lezcano.
(Fuente: El Patagonico.)
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