La interminable lluvia del 31 de diciembre afectó significativamente a muchos barrios de la ciudad y también a la zona céntrica, donde varias calles quedaron anegadas. Sólo ocho familias aceptaron y fueron evacuadas, pero se estima que un importante número de viviendas resultó inundado. El intendente Giubetich señaló que el sistema pluvial actual no soporta precipitaciones de esta magnitud y que se espera comenzar con la obra elevada a Nación “antes del invierno, para terminarla en 2019”.
Tal como lo anunció el pronóstico del tiempo, el último día del año en Río Gallegos llegó con intensas lluvias que comenzaron en la madrugada y se extendieron hasta aproximadamente las 17 horas. Asimismo, como sucedió en Navidad, muchos barrios se vieron inundados y, como consecuencia, un gran número de familias sufrió lo mismo en sus viviendas.
Si bien desde el Municipio y Protección Civil se preveía que esto podía suceder (realizaron reuniones para coordinar trabajos), las lluvias fueron notoriamente superiores a las del sábado pasado y, por ende, los vecinos perjudicados y los daños fueron mayores, a pesar de la ayuda de instituciones provinciales y privadas.
No sólo los sectores más alejados fueron los afectados, sino también la zona céntrica tuvo avenidas y calles anegadas durante varias horas, hasta que las precipitaciones se calmaron una vez caída la tarde. Se estima que cayeron más de 30 milímetros de agua, lo que superó la media mensual de 24, que suele caer durante los 31 días del mes.
En este sentido, sin dudas entre los barrios Madres a la Lucha, San Benito, Bicentenario, Evita, El Carmen, Che Guevara, Marina y alrededores fue donde se sintió mucho el diluvio, que dejó en evidencia las claras fallas en la capacidad de desagüe, trabajo de las bombas y la necesidad imperiosa de que se comiencen las obras pluviales en la capital provincial.
Sobre lo que fue la última jornada de 2016 y los trabajos que se realizaron ante las problemáticas, La Opinión Austral dialogó con el director de Acción Comunitaria del Municipio, Eduardo Murúa, quien señaló que sólo ocho familias fueron evacuadas temporalmente, “cuatro en el Cenin Nº 4 y otras cuatro en el Gimnasio Municipal ’17 de Octubre’”.
Al respecto, indicó que muchos vecinos que se vieron afectados, con sus hogares parcialmente o enteramente inundados, no quisieron dejar sus viviendas, tal como sucedió en Navidad. “Aproximadamente a las 20 horas, los evacuados ya se habían retirado de estos lugares y reubicado en casas de familia o allegados”, contó sobre los que sí aceptaron.
En tanto, subrayó que uno de los barrios que se vio más perjudicado fue el de Madres a la Lucha, en donde “se tuvo que ingresar con el camión del Ejército” y dijo que en muchos sectores “el agua llegaba hasta las rodillas”, lo que significó que muchas viviendas fueron afectadas “y se sabía que el daño fue grande”.
Si bien no pudo dar precisiones sobre cuántos hogares resultaron afectados, se estima que el número de vecinos alcanzados fue muy importante y que fácilmente se superaría el centenar de casas inundadas.
A su vez, Murúa subrayó que con las personas ayudadas “quedó el contacto para que en esta semana podamos volver a encontrarnos y ver en qué podemos ayudar, considerando que hemos recibido varias donaciones”.
Por último, el titular de Acción Comunitaria contó que si bien fue mucha la cantidad de agua caída, no hubo que lamentar a ninguna persona herida y destacó la solidaridad de los vecinos que ayudaron a otros, además del trabajo en conjunto con otros organismos que contactaron y ayudaron. “En ese sentido, estoy muy agradecidos con toda la comunidad”, cerró.
Obras pluviales
En el marco del primer izamiento dominical del año, el intendente Roberto Giubetich fue entrevistado por la prensa y apuntó que hacía más de 47 años que no llovía como lo hizo el sábado y en tan corto tiempo, subrayando que “no fueron novedad” las problemáticas que se generaron y que desde el miércoles iniciaron reuniones para formar una comisión con Defensa Civil, Bomberos y otros entes.
En este sentido, consideró que “como es nuestro sistema pluvial”, se sabía que iba a pasar lo que sucedió y consideró: “no alcanza a drenar, porque el sistema es mixto y fue hecho a mitad del siglo pasado, y está diseñado para una ciudad que en ese momento tenía 50 mil habitantes, con mayoría de calles de tierra y terrenos sin construir, por lo tanto gran parte del agua era absorbida”.
Sobre la ayuda brindada, señaló que “aproximadamente 30 familias” requirieron atención específica, pero que “la mayoría de los reclamos tenía que ver con calles anegadas, salvo las situaciones de agua dentro de las casas”.
En tanto, sobre el pedido elevado a Nación para las obras pluviales, recordó que “a precio de agosto del año pasado, son aproximadamente 500 millones” y que con el proyecto “se resuelve el 60% de los problemas de la ciudad con respecto a la lluvia”.
“Está gestionado el financiamiento del proyecto, aprobado desde el punto de vista técnico, presupuestario y estimamos que en enero o febrero lo vamos a poder concretar para hacer la obra, que dura más de dos años”, remarcó, augurando que el objetivo es poder “empezarla antes de este invierno, para terminarla en 2019”.
Por último, cuestionó que “lamentablemente se ha visto que a pesar de las cintas colocadas para evitar que pasen vehículos y generen olas y casas se inunden, las mismas eran rotas y no se respetaba la precaución”. Aunque sostuvo que “hay que reconocer que hubo muchos vecinos que se ofrecieron a colaborar en la situación, que pusieron su tiempo y patrimonio, como camionetas y camiones, y también con donaciones para atender casos de emergencia”.
En este sentido, llamó a reflexionar a quienes no respetaron las medidas de prevención, ya que provocaron más daños a otros vecinos por la acumulación de agua. “Si todos colaboramos ante estas circunstancias, menos problemas se van a tener”, señaló y reconoció a las distintas áreas de Gobierno Provincial y Municipal “que cumplieron tareas más allá de ser el último día del año, trabajando hasta cerca de las 22 horas para dejar solucionada la mayor cantidad de inconvenientes posible”.
“Esperamos que este año sea mejor que los anteriores, siempre se tiene la esperanza de que lo que viene será mejor”, concluyó.
El operativo y la ayuda
En un comunicado elevado por el Municipio, se resaltó que la Dirección de Obras Públicas y Servicios llevó adelante tareas de desagote en distintos barrios, además de trabajos con motoniveladoras y retroexcavadoras para realizar zanjas que permitieran dar cauce al agua acumulada.
A su vez, la Secretaría de Desarrollo Comunitario, a través de sus diversas áreas, estuvo a cargo de las evacuaciones y asistencia a personas afectadas.
Cabe recordar que para dar albergue transitorio y ayuda se pusieron a disposición los centros integradores Nº 4 (Juan Domingo Perón 790), Nº 9 (San José Obrero y Reconquista) y Nº 8 (Ramón y Cajal y Los Pozos). Asimismo, el gimnasio “17 de Octubre” fue la sede central de donaciones al que muchos vecinos solidariamente acercaron alimentos no perecederos y de canasta navideña, pañales, ropa, entre otros.
Al respecto, su titular, Adriel Ramos, subrayó que en la jornada del sábado se reflejó “el sentido de solidaridad” que llega “en los momentos difíciles” y valoró la ayuda de Cruz Roja, Defensa Civil, Abordaje Territorial del Ministerio, Policía, Bomberos y todos los entes gubernamentales y asociaciones que colaboraron.
(Fuente: La Opinión Austral.)
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