Centenares de trabajadores petroleros convencionales bloquearon ayer instalaciones estratégicas de las operadoras YPF y Sinopec, además de las bases operativas de dos empresas de servicios en la zona norte santacruceña. Es por la multiplicidad de conflictos laborales que derivaron indistintamente en despidos, suspensiones y programas de retiros voluntarios. El Sindicato de Petroleros de Santa Cruz advirtió que si esta situación no se resuelve, lanzará un paro general en todos los yacimientos y paralizará la producción.
El polvorín de estos conflictos se percibe en las zonas urbanas de Cañadón Seco, Pico Truncado y Las Heras y amenaza con extenderse hacia los campos de producción, pero también repercute en Buenos Aires.
Allí ya se encuentran el secretario general del gremio, Claudio Vidal y el vicegobernador Pablo González quienes están exigiendo a las operadoras y a las cámaras empresarias, en el ámbito del Ministerio de Trabajo de la Nación, que frenen esta escalada de crisis laboral que comienza con la reducción de perforaciones, no exentas de cuestiones que tienen que ver con políticas del Gobierno nacional y que van extendiéndose por efecto dominó hacia empresas de servicios y proveedores de insumos.
Hasta los propios dirigentes sindicales parecen haber sido superados por la multiplicidad de problemas laborales ya que cotidianamente se van incrementando y tienen una relación con los que se registran en yacimientos de Chubut.
NO SE APAGA CON AGUA
En Santa Cruz también han comenzado las suspensiones en la empresa de perforación Servicios Petroleros (SP) debido a la baja de equipos en yacimientos de YPF.
Además, esta semana ya registraron 32 despidos en Superior Energy Services que se ocupa de tareas de purga y perfilaje de pozos. Tiene base operativa en Cañadón Seco, la cual ayer estaba bloqueada.
En esa misma localidad, otros grupos operarios de diferentes empresas se apostaron en los portones del sector Almacenes de YPF y en la base de la operadora Sinopec, la cual ocupa un amplio predio donde funcionan oficinas administrativas y almacenes de equipos.
Las protestas se extendían hacia Pico Truncado y Las Heras. En esa última localidad, la empresa Calfrac, de operaciones especiales, ya giró 24 telegramas de despidos y por otro lado se exige a Tubostope el pago de deudas salariales.
En Cañadón Seco, dos quemas de neumáticos y troncos de árboles, fueron sofocados por los bomberos de la Unidad 18, resguardados por efectivos policiales, dado que allí se hace cumplir una ordenanza de la comisión de fomento sobre la protección del ambiente.
Los manifestantes petroleros se mostraron respetuosos y no reaccionaron ante ese operativo, pero un delegado lanzó una reflexión: “nuestros problemas laborales no se solucionan con agua sino con políticas empresarias que protejan las fuentes de trabajo”.
INFLEXIBLES
El secretario gremial Rafael Guenchenén, al ser contactado telefónicamente por El Patagonico, dijo que el sindicato santacruceño no cederá en su reclamo y luchará de manera unida con todos los afiliados para que aquí no se repita el caso de Neuquén, donde el sindicalista y senador Guillermo Pereyra cedió a las políticas de achique impulsadas desde el Gobierno nacional, las cuales afectaron a unos 1.700 trabajadores.
Fue el propio Guenchenén, quien advirtió que de no surgir una solución, que en lo inmediato requiere de la puesta en vigencia de una conciliación obligatoria general, se lanzará un paro general en todos los yacimientos afectando la producción de hidrocarburos.
Al mismo tiempo recordó que no es posible que, en el caso de YPF, se reduzcan programas de perforaciones teniendo en cuenta que hace pocos meses la misma operadora descubrió en la zona norte, con pozos de exploración, un nuevo y rico yacimiento de crudo (a 4.400 metros de profundidad) y un reservorio de gas con altos volúmenes de producción.
(Fuente: TN Rio Gallegos.)
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