Se trata de los establecimientos escolares ubicados en 28 de Julio, Dolavon, Gaiman, Trelew, Rawson y Puerto Madryn, que debieron suspender la actividad ante la falta de agua potable, producto del alto nivel de turbiedad que arrastra el cauce del río que le da nombre a esta provincia.
Las escuelas ubicadas en el noreste del Chubut están sin clases desde la semana pasada y se estima que no podrán retomar la actividad hasta el próximo lunes por falta de agua potable, producto del alto nivel de turbiedad que arrastra el cauce del río que le da nombre a esta provincia, por lo que más de 35.000 alumnos de todos los niveles están sin recibir el servicio educativo.
Se trata de los establecimientos escolares ubicados en 28 de Julio, Dolavon, Gaiman, Trelew, Rawson y Puerto Madryn, que debieron suspender la actividad ante la imposibilidad de potabilizar y garantizar estándares mínimos de calidad del agua que se inyecta a la red.
“Nosotros no podemos garantizar al menos por 72 horas que exista agua como corresponde por lo que se decidió suspender el dictado en esta ciudad hasta el lunes próximo”, anunció en diálogo con Télam el intendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre.
Ayer el gobierno del Chubut informó que las clases se dictaban normalmente hoy en Trelew, la segunda ciudad en importancia ubicada 20 kilómetros al oeste de esta capital, porque era la única que había logrado implementar un sistema alternativo de potabilización.
Sin embargo esta madrugada un caño se rompió y el “pre sedimentador” de emergencia salió de servicio, por lo que “no podremos potabilizar hasta después del mediodía pero será como empezar de nuevo porque se volverá a perder presión en el sistema” explicó Ricardo Gallastegui, responsable de la planta potabilizadora de Trelew.
La decisión de reiniciar las clases al menos en las escuelas de Trelew había sido ordenada por el gobernador Mario Das Neves desde la ciudad autónoma de Buenos Aires donde se encuentra, pero no pudo ser cumplida por el desperfecto técnico de esta madrugada.
“Encima de romperse un caño se derrumbó una de las paredes que se habían construido en el decantador y cuesta que entren las máquinas por el barro acumulado así que todo se complicó” admitió Gallastegui en diálogo con Télam.
Las escuelas dejaron de recibir agua potable desde la previa a semana santa por lo que “hace una semana que no se limpian y así no se pueden reiniciar las clases, porque hay que limpiar, desinfectar y dejar esto en condiciones” reconoció Roberto Quiroga, portero de una escuela de un barrio periférico de Trelew.
La situación en las escuelas del noreste del Chubut es calcada a la que ocurre en Comodoro Rivadavia aunque por otra circunstancia: allí las clases se interrumpieron porque las escuelas operaron durante el temporal de lluvia como centro de evacuados y en otros casos fueron dañadas por el diluvio.
Sin embargo se intenta volver al dictado porque “las escuelas comenzaron de a poco a tomar su normalidad, dentro de un cuadro muy complejo porque los evacuados van volviendo a sus casas o se cambia el lugar de contención” reveló la subsecretaria de educación del Chubut, Graciela Cigudosa.
En el caso de las poblaciones del norte del Chubut la parálisis del sistema educativo se condice con el contexto general de falta de agua que se produce desde el jueves pasado en horas de la madrugada, cuando las plantas potabilizadoras interrumpieron su actividad ante la creciente turbiedad del río Chubut que transporta más de 3.000 partículas por millón cuando en tiempos normales la turbiedad oscila entre las 10 y las 30 partículas.
No es la primera vez que este fenómeno se produce pero si la que por más tiempo se sostiene, lo que hizo que todas las reservas de las cooperativas de servicios públicos de esas localidades se agotaran.
“Acá hace 15 días que no llega una gota y la verdad que no damos más” reveló Mirtha, del barrio Armada Argentina, un complejo habitacional ubicado en la parte alta de Trelew que no tiene agua en la cisterna ni en el tanque elevado por falta de presión.
Los vecinos recurriendo a las bocas de expendió en busca de agua potable son parte de la postal cotidiana y aunque resulte un dato obvio hay que consignar que los más afectados son los enfermos y las personas de edad.
Marta tiene 72 años y vive en el cuarto piso del edificio “Cooperativa” de Rawson que no tiene agua desde hace días.
“Yo no puedo ir a buscar por mis propios medios agua en un bidón porque es muy pesado y tengo los achaques de la edad, así que por ahí algún vecino me ayuda pero todo es indignante porque cuando uno es más veterano va mas al baño y la verdad que no podemos estar así” describió elocuente.
La crisis trajo aparejado otro negocio en la zona que se hizo también popular y son los “delivery”, es decir gente que lleva agua potable a pedido en grandes tanques domiciliarios que colocan en la parte trasera de camionetas y así transportan el ansiado líquido a las viviendas particulares.
(Fuente: Télam.)
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