Río Gallegos registró más de 80 denuncias mensuales por violencia machista

Los datos se desprenden de un informe realizado por la Oficina de Violencia Doméstica. En un período de 18 meses, que abarcó desde enero de 2016 a junio de 2017, hubo 1517 denuncias, 344 consultas informativas y 110 consultas fuera del ámbito de la OVD. El grupo más afectado corresponde a mujeres de entre 22 y 39 años.

Según un estudio realizado por la Oficina de Violencia Doméstica de la localidad de Río Gallegos dependiente del Tribunal Superior de Justicia de la provincia, desde el 1 de enero de 2016 al 28 de junio de 2017 acudieron 1861 personas afectadas por hechos de violencia familiar. Se registraron 1517 denuncias, 344 consultas informativas y 110 consultas fuera del ámbito de la OVD.

Las mujeres fueron las principales afectadas por violencia doméstica (70,08 por ciento adultas y 12,12 por ciento jóvenes y niñas). Los jóvenes y niños afectados alcanzaron 2,3 por ciento de los casos y varones adultos el 15,58 por ciento.

El segmento que aparece como en mayor situación de vulnerabilidad corresponde a mujeres adultas de entre 22 y 29 años (25,16 por ciento), mientras que los restantes grupos etarios arrojan los siguientes porcentajes: 30 a 39 años (24,59) y 40 a 49 años (12,18) entre otros.

Los equipos interdisciplinarios de la Oficina evaluaron las derivaciones de dichas denuncias a la justicia civil en el 98 por ciento de los casos y a la justicia penal en el 78,97 por ciento de los mismos.

Vínculo Víctima – Agresor:
Respecto a la relación entre Afectada-Denunciada, el vínculo que mayor conflictiva presenta en este período de tiempo lo constituyen las ex parejas (59 por ciento), siendo los ejes motivadores: los divorcios no resueltos, cuotas alimentarias, regímenes de comunicación no acordados respecto de los hijos en común y la negativa de una de las partes a dar fin a la relación de pareja. Asimismo, las uniones convivenciales se observan en un 9 por ciento y los cónyuges y novios en un 3 y 1 % respectivamente.

Queda así en evidencia que los vínculos más conflictivos tienen lugar, en mayor medida, en aquellas situaciones en que ya se ha dado por finalizada la relación.

(Fuente: La Opinión Austral.)