Cristian Gallardo y Daniel Nopay fueron detenidos en la medianoche del viernes, sospechados de haber ingresado a una casa y disparado contra la dueña quien esquivó la bala. En la audiencia judicial de ayer declararon que concurrieron a las 1008 Viviendas a comprar droga y que la policía después los detuvo en forma errónea. El juez Martín Cosmaro detectó irregularidades en el procedimiento, aunque los imputó por robo agravado. Les dictó arresto domiciliario hasta mañana cuando se realizará la rueda de reconocimiento.
En la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia se formalizó ayer la investigación por el robo armado que sufrieron una madre y sus dos hijos adolescentes en una vivienda de la extensión del barrio 30 de Octubre. Fue a las 23 del viernes y los sospechosos Cristian Emanuel Gallardo (21) y José Daniel Nopay (27) fueron detenidos cerca de la medianoche en el sector 7 de las 1008 Viviendas.
El fiscal general Adrián Cabral detalló que los autores de ese robo sortearon el portón del patio, rompieron una puerta y accedieron en forma violenta al inmueble donde se encontraban la propietaria y sus hijos de 14 y 15 años.
Según los testimonios recolectados por la policía, uno de ellos –que sería Gallardo- tenía en su poder una pistola que sería 9 milímetros y le propinó un culatazo en la cabeza a la mujer. Luego, los delincuentes condujeron a las víctimas a una de las tres habitaciones de la vivienda.
Según el relato fiscal, su cómplice se encargó de revisar cada rincón en busca de objetos de valor. Mientras, un tercer participante que ofició de campana y permaneció afuera del domicilio. Los individuos se apoderaron de un televisor LED de 32 pulgadas, una notebook y una consola de videojuegos Xbox.
Uno de los autores del robo le apuntó en la cabeza a un adolescente de 15 años para que les abriera el portón y pudieran escapar. Ante esa situación intercedió su madre por temor a que le hicieran algo y el ladrón que portaba el arma le disparó. La mujer se alcanzó a agachar y esquivar la bala, precisó Cabral. El proyectil impactó contra la pared de la casa.
Los delincuentes finalmente huyeron con los objetos electrónicos. De acuerdo a los testigos que observaron a los sospechosos, estos se fugaron con dirección al sector 7 de las 1008 Viviendas.
En ese marco, el acusador público imputó a los dos detenidos por los delitos de robo agravado por haber sido cometido en poblado y banda, en concurso real, con el uso de arma de fuego.
Según las actuaciones policiales, los individuos al ver la presencia de uniformados subieron a un Volkswagen Gol rojo que a los pocos metros fue interceptado por efectivos de la Seccional Quinta. Allí fueron detenidos los dos sospechosos, pero el conductor logró escapar.
COMPRABAN COCAINA
El abogado Alejandro Fuentes asistió a los imputados, quienes accedieron a declarar qué hacían esa noche en las 1008 Viviendas. Gallardo afirmó: “fuimos a comprar cocaína en el sector 7, después salimos por el sector 5, el patrullero nos cruza el auto y chocamos contra la Toyota Hilux”.
Describió que el auto era conducido por un amigo apodado “Tuerto” e iba acompañado por Nopay. Dijo que recién en la comisaría, durante la requisa los uniformados, les encontraron la “bolsa” de droga. También expuso que escuchó hablar a otro detenido, quien contaba que había asaltado y disparado contra una familia.
Mientras, Nopay señaló que él tenía la “bolsita” y les dijo a la policía: “por esto fui a las 1008”.
El abogado describió distintas irregularidades en el procedimiento policial debido a que no secuestraron el auto donde se movilizaban sus defendidos y quedó en el lugar hasta que después lo retiró su dueño. Tampoco se levantaron huellas en la casa asaltada.
Hubo una “actuación floja de la policía y es muy grave lo que está pasando con mis asistidos”, cuestionó Fuentes. Por ello, pidió que sea declarada ilegal las detenciones.
Mientras, Cabral admitió “falencias en la actuación del personal policial”, pero de todas maneras solicitó la prisión preventiva de los sospechosos por 48 horas, y además pidió una rueda de reconocimiento. A la vez, Gallardo fue sometido a la prueba de dermonitrotest para saber si disparó un arma.
El juez penal Martín Cosmaro notó “una serie de irregularidades y desprolijidades en el accionar policial”, y consideró “inexplicable” el no secuestro del auto en que se movilizaban los sospechosos. De todas formas, dio por formalizada la investigación preparatoria a juicio contra los imputados por los delitos expuestos por la Fiscalía.
Así le dictó el arresto domiciliario a Nopay y Gallardo hasta mañana que se realice la rueda de reconocimiento. A pedido del defensor autorizó el secuestro de la campera que tenía Gallardo para saber si contiene restos de pólvora.
(Fuente: El Patagonico.)
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