Mario Nelson Avendaño Cubillos, de 36 años, escapó hacia la ciudad de Río Gallegos, desde donde fue traído por la policía. El delito lo habría cometido en Puerto Natales.
Hasta el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas llegó en la mañana de ayer el fiscal de Puerto Natales, Alvaro Pérez, para sostener su acusación en contra de Mario Nelson Avendaño Cubillos, de 36 años, quien desde ayer enfrenta un juicio oral tras ser sindicado de cometer los delitos de abuso sexual y violación impropia en contra de su hijastra, cuando ésta tenía solamente 11 años de edad.
Según los antecedentes dados a conocer durante la audiencia, los hechos acaecieron en la ciudad de Puerto Natales, durante el segundo semestre del año 2014, específicamente entre los meses de julio a diciembre, en los cuales el imputado, quien mantenía una relación de convivencia con la madre de la víctima, ingresaba a la cama de la menor durante las noches para cometer los delitos antes mencionados, aprovechando que se encontraba bajo su cuidado, todo esto mientras la madre trabajaba.
“Esto fue denunciado por la niña en enero de 2015, cuando estaba de vacaciones en la casa de su abuela, en Chiloé, enfrentándose los familiares con el imputado, lo que implicó que éste abandonara el país ese mismo día y no volviera más hasta que fue traído por una extradición”, aseveró el fiscal Pérez.
El acusado se encontraba refugiado en la ciudad de Río Gallegos, desde donde fue trasladado el miércoles 19 de octubre de 2016 hasta el Primer Juzgado de Garantía de Santiago que dispuso su traslado a Puerto Natales para enfrentar a la justicia chilena.
Asimismo, el fiscal explicó que “hoy (ayer) se recibió gran parte de la prueba del Ministerio Público, algunas de ellas a través de videoconferencias y mañana (hoy) esperamos recibir el testimonio de la víctima, como también concluir en definitiva el análisis de las pericias de la defensa”.
El acusado, que ha permanecido detenido de manera ininterrumpida desde el día 19 de octubre de 2016, arriesga por el delito de abuso sexual, una pena de cinco años y un día de presidio, sujeción a la vigilancia de la autoridad por diez años desde que fuere cumplida la pena, inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad, además de la prohibición de acercarse a la menor por dos años una vez cumplida la pena. Mientras que por el delito de violación impropia, el Ministerio Público está solicitando que se le imponga la pena de 12 años de presidio mayor en su grado medio, además del pago de las costas de la causa.
(Fuente: La Prensa Austral)
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