A pesar de que el destino del estanciero JosA� Ismael BarrA�a Soler sigue siendo incierto, ya que aA?n no estA? confirmado que los vestigios de huesos hallados en su casa rural pertenezcan a un ser humano comido por los cerdos, todas las presunciones indican que son sus restos. Esta sospecha tambiA�n la planteA? la propietaria de un campo vecino, quien alertA? a la policA�a. Ahora surgen versiones sobre la posibilidad que haya sido vA�ctima de un crimen perpetrado por integrantes de una familia gitana.
JosA� Ismael BarrA�a Soler, de 75 aA�os, sigue siendo oficialmente buscado dado que los investigadores del caso deben aguardar el resultado de los estudios de los 55 pequeA�os trozos de huesos hallados en la cama de su casa de la Estancia “La Lechuza”, ubicada en proximidades del bosque petrificado de Jaramillo.
La casa habrA�a sido objeto de un incendio intencional, previo a que lo mataran, tras lo cual ingresaron decenas de cerdos que criaba y se comieron el cuerpo, segA?n la hipA?tesis mA?s firme que por ahora maneja la policA�a.
La sospecha radica en que de acuerdo a lo comentado por uno de los integrantes de la fuerza de seguridad que el jueves llegA? a ese lugar -distante unos 150 kilA?metros al suroeste de Jaramillo-, se hallA? un trozo de hueso que parecA�a ser de la parte craneal que aloja un glA?bulo ocular.
AdemA?s, hasta ayer no habA�a indicios del sitio donde puede encontrarse una camioneta Ford Ranger de color gris, dominio LTE 827 que BarrA�a Soler habA�a comprado a una comerciante de Caleta Olivia, a la cual le venA�a alquilando desde hace muchos aA�os un local que antes funcionA? como whiskerA�a y ahora fue convertido en “saladita”.
LA PISTA GITANA
Inmediatamente despuA�s de conocerse pA?blicamente misterioso caso, empezaron a circular versiones que indican que “Toti” tal como lo llamaban afectuosamente sus allegados, haya sido vA�ctima de la conspiraciA?n de una familia gitana, aunque no se precisaron identidades y lugar de residencia temporaria de la misma.
AsA�, una persona que recorre habitualmente los campos der la zona en bA?squeda de reliquias antropolA?gicas, contA? a ese medio que el encargado de otro establecimiento rural de la misma zona le revelA? hace pocos dA�as que estaba preocupado por no tener noticias de BarrA�a Soler, confiA?ndole que la A?ltima vez que lo vio le confiA? que andaba preocupado por un problema que tuvo con los gitanos.
En forma coincidente, un antiguo vecino de Caleta Olivia -los nombres se mantienen en reserva- dijo ayer a El PatagA?nico que por terceras personas se enterA? que “Toti” habA�a entregado la Ford Ranger y una suma de dinero adicional a zA�ngaros que regentean una compraventa de automotores, con la promesa de que a la brevedad le darA�an otro rodado de ese tipo, pero cero kilA?metro.
Sin embargo, segA?n la fuente consultada, debido a que los zA�ngaros no cumplA�an con su compromiso, el estanciero les reclamA? de manea imperativa que le devolvieran la Ranger y la plata, logrando su objetivo.
Por otro lado, trascendiA? en esferas policiales que “Toti” igualmente fue engaA�ado en la transacciA?n comercial ya que le habrA�an hecho firmar un documento donde se establecA�a que tambiA�n les vendA�a el campo, al cual comenzaron a reclamA?rselo.
LAS SOSPECHAS DE UNA VECINA
La desapariciA?n de BarrA�a Soler conmociona a la comunidad caletense teniendo en cuenta que, junto a sus padres y hermanos, impulsA? numerosos emprendimientos comerciales en esta ciudad. Fue uno de los 24 socios fundadores de la Cooperativa de Transporte de Pasajeros La UniA?n y luego comprA? varias propiedades inmuebles y la estancia “La Lechuza” para comercializar ganado porcino.
El hecho de que no lo veA�an desde hace casi tres semanas preocupA? a Elena Durr y a su esposo, propietarios de una estancia vecina denominada “La Martineta”.
En declaraciones que formulA? el viernes al programa informativo “Hora 21” de Caleta Video Cable, la mujer dijo que comenzaron a preocuparse del mismo porque dejA? de ir a comprar forraje para los cerdos, algo que hacA�a todos los jueves.
Fue por ello que el martes su esposo acudiA? junto a otras personas a la estancia “La Lechuza”, encontraron la casa quemada y tambiA�n vieron los trozos de huesos sobre el elA?stico de la cama calcinada, tras lo cual se comunicaron mediante un telA�fono celular con la comisarA�a de Jaramillo para denunciar el hecho.
La comisiA?n de esa dependencia no pudo llegar ese mismo dA�a al establecimiento porque hay que transitar por un camino de difA�cil acceso y debido a que ya estaba anocheciendo tuvo que retornar, pero el miA�rcoles logrA? ubicarlo y esta vez tambiA�n concurriA? personal del Grupo Especial de Operaciones Rurales (GEOR) y de la DivisiA?n CriminalA�stica.
En relato a la televisiA?n Durr dijo que era posible que los huesos hallados en la casa pertenecieran a “Toti”, pero ademA?s citA? que habA�a observado detenidamente las fotos y grabaciones de video que tomaron sus familiares notando destrozos que nunca pudieron haber hecho los animales.
AsegurA? que los cerdos nunca pudieron dar vuelta algunos muebles y dos lavarropas ni tampoco abrir una puerta interna metA?lica y una estufa a leA�a, por lo cual cree que hubo personas extraA�as que revisaron toda la casa “buscando algo”, dando a entender que posiblemente era dinero.
(Fuente: El Patagonico.)
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