Apuntan a organizaciones poco representativas y sin actividad; les quitan competencia a los sindicatos mA?s grandes.
El Gobierno darA? a conocer entre hoy y el lunes una resoluciA?n para que unos 450 sindicatos regularicen su situaciA?n en un plazo perentorio de 60 dAi??as o, de lo contrario, serA?n excluidos del registro de asociaciones sindicales. Es parte de uno de los puntos del paquete de reformas laborales que se negociA? con la CGT.
Desde mucho antes de llegar a la Casa Rosada, a Mauricio Macri lo preocupa la alta tasa de sindicalizaciA?n que existe hoy en la Argentina, que es del 37 por ciento, aproximadamente. El Presidente le ordenA? al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, avanzar en la depuraciA?n del padrA?n gremial, que cuenta con 3263 organizaciones: 1640 con personerAi??a gremial y 1623 con simple inscripciA?n. ai???Hay muchos gremios que son un sello de goma y que no tienen actividad desde hace muchAi??simos aAi??osai???, justificA? la jugada un jerA?rquico de la cartera laboral.
Triaca obtuvo el aval de la cA?pula de la CGT para avanzar en esta maniobra. En el Gobierno toman la medida como una seAi??al de respaldo al sindicalismo clA?sico, que se vio amenazado A?ltimamente por el resurgimiento de la izquierda y hasta por algunos fallos judiciales que pusieron fin a los privilegios de los gremios con personerAi??a y equipararon derechos con los meramente inscriptos. De hecho, dos de los 450 sindicatos apuntados serAi??an el Sitraic, un gremio alternativo de la construcciA?n con influencia focalizada en el sur del conurbano, y uno de conductores de colectivos. Nada es casual: ambos rivalizan con dos gremios poderosos de la CGT que el Gobierno considera aliados: la Uocra, de Gerardo MartAi??nez, y la UTA, de Roberto FernA?ndez.
Como una reacciA?n a esta avanzada oficial, gremios de la CTA AutA?noma y de la corriente sindical clasista, vinculados a la izquierda, avanzan en una estrategia comA?n para denunciar al Ministerio de Trabajo por intromisiA?n en la vida interna de los organismos. Hoy habrA? un encuentro en el que se designarAi??a al abogado Horacio Meguira como uno de los redactores de la denuncia que se llevarA? antes del fin de aAi??o a la sede de la OrganizaciA?n Internacional del Trabajo.
ai???El Estado no puede interferir en la vida interna de los gremios y eso es lo que plantearemos. Siempre hubo momentos de intervenciA?n, pero ahora estamos ante un ministerio que intenta la desindicalizaciA?n, quiere destruir a los gremiosai???, planteA? Meguira, asesor legal de la CTA. En la denuncia hay de todo un poco: desde gremios intervenidos por orden judicial hasta otros que exigen ser reconocidos o que se avale su proceso electoral.
Un trabajo del Observatorio del Derecho Social de la CTA enumerA? un listado con los tipos de injerencia que hubo del Ministerio de Trabajo: falta de otorgamiento de certificaciA?n de autoridades; falta de aprobaciA?n u observaciA?n de estatutos; demora en la homologaciA?n de acuerdos colectivos; intervenciA?n del sindicato o intervenciA?n velada; denuncia penal contra dirigentes y delegados; injerencia en el financiamiento de los sindicatos; desconocimiento de A?rdenes judiciales; injerencia en el resultado electoral; negativa a reconocer o inscribir un sindicato; inspecciones reiteradas; doble imposiciA?n de la conciliaciA?n obligatoria; multa econA?mica por incumplimiento de orden administrativa; intimaciA?n a cumplir una orden administrativa, y suspensiA?n de elecciones.
Desde que Triaca asumiA? en Trabajo, son ocho los sindicatos en los que el Gobierno intervino con aval judicial. El caso mA?s conocido es el del SOMU y el mA?s reciente, el de la AsociaciA?n del Personal de DirecciA?n de Ferrocarriles Argentinos.
(Fuente: La Nacion)
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