Para cumplir con las metas del FMI, el Gobierno nacional evalúa recortar más subsidios a la energía por otros 50 mil millones de pesos. Implica que los usuarios de gas natural en la Patagonia perderían en 2019 la tarifa diferencial que la región tiene como zona fría.
El Gobierno nacional está bosquejando el instructivo para acelerar el ajuste sobre los subsidios energéticos. Según publica el diario Perfil, funcionarios de los ministerios de Hacienda y de Energía están estudiando recortar transferencias a ese sector por alrededor de $50 mil millones en 2019. Es decir, representa una sexta parte de los $300 mil millones estipulados durante la última semana por Nicolás Dujovne para cumplir con las exigencias del Fondo Monetario Internacional.
En ese contexto, una de las claves del ajuste fiscal será la reducción de los subsidios a la energía y el transporte. Entre ellos, se evalúa recortar la subvención al suministro de gas que perciben los hogares de la Patagonia, como región fría.
“Es una posibilidad que está en estudio”, indicaron desde la cartera de Hacienda. Otra línea de acción es reducir los subsidios al gas que consumen las centrales eléctricas. En cualquier caso, el ajuste que prepara el Gobierno impactará en los ingresos de las empresas productoras como YPF, Total, Pan American Energy (PAE) y Wintershall, entre otras.
El Estado destinará este año cerca de $ 9 mil millones para que las tarifas residenciales de gas de la Patagonia, de la Puna y de Malargüe cuesten casi la mitad que en el resto del país. El plan original era que los subsidios a la región patagónica se eliminen recién en 2022, pero los tiempos se acelerarían al próximo año para cumplir con las pautas del FMI y solo se mantendría una tarifa social para un reducido número de usuarios.
Los hogares de la Patagonia pagan a razón de US$ 2,20 por millón de BTU por el gas que consumen. La media a nivel nacional ronda los US$ 4,68. El Estado canaliza la mayor parte de los subsidios patagónicos a través Camuzzi Gas del Sur.
La otra pata del ajuste gasífero, según Perfil, contempla una baja de los subsidios a la generación eléctrica. Cammesa, la empresa que administra el Mercado Eléctrico Mayorista, abona US$ 5,20 por el gas que consume el parque termoeléctrico. Es una cifra discrecional definida en 2016, en los albores de la gestión de Juan José Aranguren. La apuesta del Ejecutivo es que se empiece a pagar entre US$ 4 y US$ 4,50 a partir de octubre. Son cifras similares a las que paga el segmento residencial. (El Patagónico)
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