La provincia, que decidió no doblegarse frente a los requerimientos de Cambiemos, volverá a sufrir nuevos aislamientos por parte del Ejecutivo Nacional. Además, apuntaron contra el resto de las provincias patagónicas que no se arrodillaron.
En las últimas semanas, la provincia le marcó la cancha fuerte al Gobierno Nacional. En el marco de la discusión del presupuesto nacional 2019, el ejecutivo de Alicia Kirchner, junto a los legisladores nacionales y todo el arco político del FPV, se mostraron en contra de los recortes que hizo Cambiemos con el distrito. Cambiemos, en tanto, se mostró tibio e intentó justificar el presupuesto señalando que algunas obras no se iban a dejar de realizar. Pero la última noticia importante fue dada la semana pasada por el vicegobernador Pablo González, en el marco de una reunión con los diputados provinciales. Allí el presidente de la Cámara de Diputados anunció que la intención de la gobernadora era no firmar la adenda fiscal.
Y Nación no vio con buenos ojos esto. Se trata de la segunda maniobra en la que Santa Cruz se enfrenta directamente -junto a otras patagónicas- con el Gobierno Central.
La estrategia de Mauricio Macri -según informa el diario de La Pampa- es aislar a la provincia y avivar la interna entre los gobernadores del Partido Justicialista, con algunos más cercanos a Cambiemos y otros directamente en la vereda de enfrente. En este último bloque se encontrarán las provincias que no firmarán la adenda.
Pero ¿Por que Santa Cruz no firmará la adenda? Básicamente porque extiende el pago del impuesto de Ganancias a los trabajadores estatales. En este sentido, la adenda propone incluir en el contador del impuesto a las horas extras por ejemplo o los bonus, haciendo que más municipales y trabajadores de la administración central pague impuestos.
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