Jonathan Ezequiel Echeverría fue condenado por la jueza federal Nora Cabrera de Monella a cuatro años de prisión como autor responsable del delito de transporte de estupefacientes. Además, le decomisaron la Suzuki que manejaba cuando intentó evadir un control policial, el 6 de febrero último.
Luego de caerse de la moto e intentar escapar, descartó una mochila que llevaba en la espalda. Allí transportaba 1,3 kilo de marihuana y 11,46 gramos de cocaína, una balanza digital y 17.576 pesos en efectivo. Durante el juicio declaró que la cocaína era para consumo personal y para compartir con su grupo de amigos. Jonathan Ezequiel Echeverría fue condenado por la jueza federal Nora Cabrera de Monella a cuatro años de prisión como autor responsable del delito de transporte de estupefacientes. Además, le decomisaron la Suzuki que manejaba cuando intentó evadir un control policial, el 6 de febrero último. Luego de caerse de la moto e intentar escapar, descartó una mochila que llevaba en la espalda. Allí transportaba 1,3 kilo de marihuana y 11,46 gramos de cocaína, una balanza digital y 17.576 pesos en efectivo. Durante el juicio declaró que la cocaína era para consumo personal y para compartir con su grupo de amigos.
Cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo fue la pena que recibió Jonathan Ezequiel Echeverría, quien fue condenado por el Tribunal Oral Federal en lo Penal de Comodoro Rivadavia por transporte de estupefacientes. Se trata del joven que el 6 de febrero de este año fue detenido cuando transportaba una mochila con 1,3 kilo de marihuana y 11 gramos de cocaína.
Ese día la policía había montado un control de rutina en Malvinas y Rivadavia. De acuerdo a lo que planteó la parte acusadora en el juicio, Echeverría intentó eludir ese control, pero se cayó de la Suzuki 250 que manejaba. Entonces trató de escapar a pie, pero fue atrapado. Así se comprobó que en una mochila de la que trató de deshacerse, llevaba además de la droga, poco más de 17.500 pesos en efectivo y una balanza digital.
El joven reconoció durante el juicio que la droga era para consumo personal y para un grupo de amigos que tiene en el barrio Las Flores con quienes se junta a fumar en el pasaje Santa María. Admitió que es adicto, que ha buscado ayuda para dejar de consumir y que fuma marihuana desde los 13 o 14 años.
También declaró que entre todos los amigos juntaron 35 mil pesos para comprar la droga y que tenía esos 17 mil pesos en su poder al ser detenido, ya que quien le vendió la marihuana y la cocaína no tenía más stock.
El joven además declaró ante la jueza Nora Cabrera de Monella -quien integró el tribunal unipersonal-, que andaba con una balanza digital para que no lo engañaran con el peso de lo que estaba comprando.
Echeverría es ayudante de albañil y en el juicio fue asesorado por el abogado Francisco Romero. Mientras que como fiscal general actuó Teodoro Walter Nürnberg.
Según los peritajes de la Fiscalía, con los 1.306,43 gramos de marihuana se podrían preparar 2.612,86 “porros” y con los 11, 46 gramos alcanzaba para 75,636 dosis.
“Lo concreto, es que Echeverría estaba transportando esos elementos en su motocicleta aquella tarde-noche cuando sorpresivamente fue descubierto”, sentenció la jueza. Sin embargo, “la droga no se encontraba fraccionada y dispuesta para la venta, y ninguna investigación complementaria se realizó en esa línea” argumentó.
Por carecer de antecedentes penales computables, y atento a su juventud y su escaso grado de instrucción, la jueza le aplicó a Echeverría una pena en los términos mínimos legales. Determinó que deba cumplir cuatro años de prisión en una cárcel federal, además de hacerse cargo de las accesorias legales y las costas del proceso.
(Fuente: El Patagonico.)
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