En febrero todos los rubros registraron bajas con caídas más pronunciadas en bijouterie, calzado y marroquinería, joyerías y relojerías y muebles. Los cierres de comercios se multiplican.
Las ventas minoristas se derrumbaron 14 por ciento interanual en febrero, según informó ayer CAME. Todos los rubros registraron bajas con caídas más pronunciadas en bijouterie (-16,5 por ciento), calzado y marroquinería (-15,0), joyerías y relojerías (-15,0) y muebles (-14,5 por ciento). Pese a la delicada situación económica que atraviesas la gran mayoría de los comercios, la entidad empresaria, controlada por sectores cercanos a Cambiemos, buscó atenuar los datos al subrayar que las ventas online treparon 6,1 por ciento lo promedió una caída de 11,9 por ciento. Además, en su informe subrayó que “sobre fin de mes el Gobierno anunció una línea de financiamiento para pymes que dejará oxígeno al comercio”.
En el rubro alimentos y bebidas la caída en las ventas fue de 6,5 por ciento interanual en cantidades. “Donde más se resintió la venta fue en el rubro bebidas, con caídas muy abruptas, especialmente en gaseosas y jugos”, destacó el informe.
En indumentaria, las ventas disminuyeron 13,8 por ciento frente a febrero del 2018. En los locales callejeros la caída fue de 16,3%, pero CAME lo compensó con la suba de 1,3 por ciento registrada a través del comercio electrónico. “Fue un mes malo para ese sector, donde tampoco pudieron repuntar los ubicados en zonas turísticas. Recorrer locales fue más un paseo de observación que de compras”, agregó la entidad en el comunicado.
Otro rubro muy castigado resultó electrodomésticos, artículos electrónicos, de computación y celulares, donde las ventas se redujeron un 15,7 por ciento en la comparación interanual. En este caso, CAME también destacó la suba de 4,4 por ciento a través del e-commerce, aunque reconoció que es una cifra modesta si se tiene en cuenta que venía con un ascenso del 20 por ciento en esa modalidad. Por su parte, en las jugueterías la caída interanual llegó al 10,1 por ciento.
“Muchos comerciantes están liquidando propiedades y vendiendo bienes para poder hacer frente a sus gastos”, aseguró Rubén Eduardo Barrios, vicepresidente de la Federación de Centros Comerciales a Cielo Abierto, Cascos Urbanos y Centros Históricos FCCA. El empresario agregó que si bien sus perspectivas para el año son negativas, espera “que los préstamos a las pymes sean más baratos, y que los consumidores puedan tener créditos a tasas más bajas para que se reactive el consumo”.
El relevamiento de las ventas minoristas se realizó entre el lunes 25 de febrero y el sábado 2 de marzo y cubrió un universo de 2200 comercios pymes de Ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires y el interior del país. Abarcó negocios chicos y medianos, localizados en calles y avenidas comerciales de ciudades pequeñas, medianas y grandes.
La crisis es tan pronunciada que está forzando el cierre de miles de comercios. A mediados de febrero la ONG Defendamos Buenos Aires informó que solo en enero bajaron la persiana 2536 comercios en Capital Federal y el conurbano bonaerense, cifra equivalente a 82 comercios menos por día. El relevamiento hizo foco en 35 núcleos urbanos de la Capital Federal donde el barrio de Belgrano resultó ser el más afectado, con la pérdida de 56 de sus locales comerciales, 38 de ellos en el barrio conocido como Las Cañitas. Le siguieron Puerto Madero, actualmente muy afectado por la construcción del Paseo del Bajo y el centro porteño donde muchas oficinas cerraron y terminaron afectando también a los locales de comida e indumentaria. Por otro lado, en territorio bonaerense se recabaron datos en 34 puntos, incluida la ciudad de La Plata, donde cerraron en enero 77 comercios. Pero también hubo cientos de cierres entre Lomas de Zamora, Quilmes, Lanús, San Justo, San Martín y Ramos Mejía.
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