Juan Carlos Scheling, sobre quien pesaba una orden de captura por el homicidio del vigilador Juan Carlos Castro, ocurrido el 25 de julio en Caleta Olivia, ya se encuentra detenido en un calabozo de la Comisaría Tercera. Fue capturado en la localidad santafecina de Santo Tomé y arribó el jueves por la noche a Santa Cruz fuertemente custodiado por policías provinciales de la Dirección de Investigaciones. Fuentes de la investigación señalaron que no habría participado en el asesinato, pero habría colaborado en enterrar el cadáver.
Tras su captura en Santa Fe y su traslado a Caleta Olivia, Juan Carlos Scheling, de 37 años, fue conducido ayer por la mañana al juzgado de instrucción que dirige Gabriel Contreras, magistrado que está a cargo de la causa. Sin embargo, el detenido solicitó que su declaración indagatoria -con el patrocinio de un defensor oficial- se posponga hasta el martes. Argumentó que estaba muy cansado debido al extenso viaje por vía terrestre.
El juez busca determinar qué grado de responsabilidad tiene Scheling en el homicidio de Juan Carlos Castro. El sospechoso permaneció prófugo por más de seis semanas, aunque fuentes consultadas por El Patagónico revelaron que si bien no habría sido uno de los autores de las heridas que causaron la muerte de Castro, habría colaborado en enterrar el cuerpo en un descampado cercano a la costa atlántica, inmediatamente al sur del puerto de Caleta Paula.
Las mismas fuentes vinculadas con la investigación señalaron que el día en que se produjo el crimen, Scheling se encontraba de manera circunstancial en Caleta Olivia, procedente de Las Heras, donde estuvo preso por algunos días a causa de su presunta participación en un delito menor. Era amigo de los otros dos detenidos por el homicidio de Castro, quienes le habrían pedido que los ayudara a hacer desaparecer el cuerpo.
Luego de pasar por Caleta Olivia, Scheling viajó hacia Perito Moreno donde figuraba su último domicilio. La policía lo buscó en esa localidad con el avance de las investigaciones, pero no lo encontraron.
Los investigadores sospecharon entonces que podría haberse fugado a Santo Tomé, de donde es oriundo. De ese modo, la División Policial de Investigaciones (DDI) de Caleta Olivia a cargo del comisario Daniel Méndez, solicitó la colaboración del cuerpo de investigadores de la ciudad santafecina a cargo del subcomisario Mariano González y lograron aprehenderlo a principios de la última semana.
LOS PRIMEROS DETENIDOS
Juan Carlos Castro permaneció cuatro días desaparecido luego de que el jueves 25 de julio abandonara un local nocturno de Caleta Olivia en compañía de una mujer. Su cuerpo fue hallado enterrado el lunes 29 de julio y al día siguiente el juez Contreras ordenó la detención de otros tres sospechosos -entre ellos una mujer- aunque finalmente solo dos de ellos quedaron detenidos y vinculados a la causa: Héctor Jonathan Martín Cortés, de 35 años y Moira Tamara Haro, de 34.
El paso siguiente del juez fue dictarles la prisión preventiva, imputados por el delito de “homicidio doblemente agravado por enseñamiento en criminis causa, en concurso real, con robo simple y en calidad de coautores”. A partir de la figura de criminis causa –cometer un asesinato para ocultar otro delito- podría caberles una pena de prisión perpetua, en caso de que sean llevados a juicio y encontrados penalmente responsables.
La tercera persona detenida en un primer momento, de apellido Arizmendi, recuperó su libertad ya que se comprobó que no tuvo participación en el crimen. A pesar de que conoció detalles de lo ocurrido, no los denunció, hasta que fue sometido a declaración indagatoria y comprometió seriamente a a Cortés y Haro.
En el caso Haro se trata de una inspectora municipal de tránsito. Castro se habría retirado junto a ella del local nocturno “Mi China” durante la madrugada del jueves 25 de julio.
El automóvil propiedad de la víctima fue hallado abandonado el sábado 27 en la zona de chacras y cuatro días después de su desaparición, el cuerpo fue encontrado enterrado en un descampado cercano a la playa.
La policía comprobó que, por registros de varias cámaras de video públicas y privadas, Haro habría conducido el auto de la víctima -un Renault Clío de color gris- hasta el sábado en que fue hallado abandonado.
De acuerdo a fuentes de la investigación, inicialmente Haro declaró ante las autoridades judiciales que Castro la dejó esa madrugada del jueves en su casa y que luego no supo nada más de él, por lo cual todo se circunscribía a un caso de desaparición de personas.
Ya entraba la noche del lunes 29 de agosto, los rastrillajes permitieron detectar un montículo de tierra removida en un descampado cercano a la costa atlántica y al día siguiente se constató que allí había sido enterrado Castro. La autopsia determinó que fue estrangulado. Además presentaba fractura de cráneo y varias puñaladas en la espalda.
(Fuente: El Patagónico)
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