El porcentaje aún no fue comunicado oficialmente por la AFIP, pero se estima en base a la evolución de las jubilaciones durante 2019, actualizadas en un 30% por salarios y un 70% por la inflación del trimestre anterior.
A partir de enero, el tope de facturación para permanecer en el Monotributo y el aporte en cada una de las categorías aumentarán poco más del 51%. Las nuevas cifras no fueron aún informadas por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), pero el porcentaje se puede calcular a través de otros datos oficiales que ya fueron dados a conocer y que se usan en una fórmula para calcular las actualizaciones.
Según los cálculos, si se realiza una actividad de prestación de servicios, el ingreso máximo anual para ingresar y permanecer en el régimen impositivo simplificado (Monotributo) será de aproximadamente $1.739.261, lo que da un promedio de ingresos de $144.938 mensuales.
Las variables del esquema del Monotributo se actualizan una vez por año, en un porcentaje equivalente al aumento acumulado en el período anual previo por los haberes jubilatorios del sistema nacional
En la actualidad, ese tope es de $1.151.066, pero los contribuyentes reclaman que la inflación disparó los precios y es cada vez más difícil mantenerse en ese régimen simplificado.
En el sector del comercio, en tanto, la facturación anual admitida será de hasta $2.608.892 y un promedio de $217.408 mensuales. El tope actual es de $1.726.600. La actualización surge al aplicar la ley 27.346, que establece que las variables del esquema del Monotributo se actualizan una vez por año, en un porcentaje equivalente al aumento acumulado en el período anual previo por los haberes jubilatorios del sistema nacional. Las subas de las jubilaciones, en tanto, se calculan por una fórmula que incluye 70% de la variación trimestral de la inflación (IPC) y 30% de los salarios formales (Ripte).
Por la actualización que se aplicará, la categoría “A” admitirá el año próximo a quienes facturen no más de $208.711 por año; mientras que para las categorías “B” y “C” las cifras serán de $313.067 y de $417.423, respectivamente.
¿Cómo quedarían los aportes mensuales totales por categoría según las estimaciones?
En la categoría “A”, la más baja, de $1.294 a $1.955
En la categoría “B”, de $1.447 a $2.186
En la categoría “C”, de $1.654 a $2.499 por prestación de servicios y de $1.626 a $2.457 por actividad comercial
En la categoría “H”, de $6.254 a $9.450 por prestación de servicios y de $5.218 a $7.884 por actividad comercial
En la categoría “K”, la más alta, de $9.738 a $14.174
El pago con destino a la prestación de salud será en todos los casos de $1.041 por persona beneficiaria, mientras que el aporte jubilatorio se paga en función del nivel de facturación. También se modificará el valor de los alquileres devengados en un año para desarrollar la actividad económica y el tope vigente para las categorías más altas, será de $313.067.
La nueva tabla de valores regirá desde de enero y se deberá tener en cuenta, además, para realizar el trámite de recategorización, en el caso que corresponda. Los contribuyentes deberán observar en función de la facturación y de las otras variables contempladas en el Monotributo si están en la categoría que les corresponde.
“El año pasado las escalas del Monotributo tuvieron una actualización del 28,7% frente a una inflación del 46,7%. Este año la actualización será del 51,1% frente a una inflación que podría llegar al 60%. Es un esquema engañoso para el contribuyente. En su inicio en 1998 el tope máximo de facturación era de USD 144.000 y hoy es de USD 30.000. Es un régimen mediomundo, donde los pescaditos pequeños quedan atrapados en una trampa tributaria al saltar al régimen de responsable inscripto al facturar más por inflación y tener que pagar más impuestos generando distorsión enorme en sus costos”, explicó Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.
“El salto tributario ha frustrado a una generación inmensa de emprendedores que al pasarse al régimen responsable inscripto, con mayor carga tributaria, no pueden reinvertir utilidades porque sus márgenes de ganancias se los lleva el Estado vía impuesto. Pierden competitividad frente a la pequeña, mediana y gran empresa que tiene más economía, escala y mayor nivel de productividad y termina cerrando. Se pierden las potenciales fuentes de trabajo y la movilidad empresaria que hubiese generado mayor crecimiento y desarrollo económico y recaudación futura”, agregó.
Según las estadísticas de la AFIP hay un total de 3,2 millones de monotributistas, de los cuales 365.000 corresponden a la categoría de monotributista social (quienes deben cumplir con una contraprestación laboral a cambio de un plan asistencial del Gobierno); y 2,3 millones son adherentes “puros”. En tanto, unos 700.000 tienen otro ingreso, como trabajador en relación de dependencia, jubilados y pensionados, principalmente.
Si bien el sistema cuenta con 11 categorías, el 81% del total de inscriptos está concentrado en las cuatro primeras franjas. En las tres más altas, apenas se registran 6.753 contribuyentes.
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