Graciela Suárez, referente del espacio de trabajo Red de Mujeres Solidarias, contó al equipo de Radio LU12 AM680 que el 2019 fue un año intenso, en el que los barrios de Río Gallegos necesitaron mucha asistencia por la necesidad de los vecinos y la falta de trabajo general.
En comunicación telefónica con el equipo del programa especial que se emitió por Radio LU12 AM680, con motivo del fin de año, la encargada de la agrupación de mujeres, Graciela Suárez, resumió la labor que llevaron adelante desde la Red y en el comedor que tienen en el barrio San Benito.
Graciela, quien junto a un grupo de mujeres dedica gran parte de su tiempo para dar una mano solidaria y ayudar a gente que realmente lo necesita, definió el 2019 de forma negativa: “Si hay que hacer un balance fue un año malo, porque la necesidad fue terrible, tuvimos que trabajar mucho en los barrios, Dios quiera cambie un poquito la situación y haya un poco más de trabajo en cada hogar, si se levanta Gallegos nos levantamos todos” aseguró.
Al respecto, la referente de la Red contó que una gran cantidad de vecinos y muchos niños se acercaron al comedor y, además, “tuvimos que mandar muchas viandas a personas mayores o con problemas de salud que no se podían acercar, este año fue terrible para nosotros”.
A todo esto, se sumó la falta de un espacio físico definitivo y propio, ya que todavía están poniendo en condiciones el terreno donde estará el nuevo comedor. “Estamos en una cuerda floja, esperemos se acomode todo”, y en este sentido adelantó: “En febrero creería que vamos a arrancar y vamos a pedir los hierros que nos faltan para empezar a hacer la platea, y ya de ahí no paramos”.
Pero nada impide que la Red de Mujeres Solidarias siga adelante y continúe acompañando a los vecinos, “para Navidad trabajamos mucho, hicimos un pesebre viviente y estuvimos con una campaña llamada Amigo Solidario, repartiendo alimentos crudos, así cada familia preparaba su comida el 24, porque nosotros la entregamos el 22”.
Además, destacó que durante el 2019 se sumó mucha gente nueva a compartir y colaborar con los que más necesitan: “Siempre las personas que menos tienen son las que más dan, mucha gente que tenía poco y lo brindaba todo”, y agregó que “la comunidad de la ciudad colabora día a día, ya sea con donaciones de ropa, o con un paquete de fideos, para nosotros es muchísima la ayuda y nos permite seguir trabajando en esto”.
Pero, por sobre todo, Graciela subrayó la labor que hace su equipo de trabajo: “Tengo que resaltar a las colaboradoras, el grupo de mujeres que tengo trabajando conmigo son unas grosas totales, nosotras no tenemos sueldo, lo hacemos ad honorem, yo les retribuyo lo que ellas hacen armándoles bolsones de mercadería, porque algunas están todo el día metidas en el comedor. Las valoro muchísimo, la verdad que se portan, si no fuera en parte por ellas no estaría funcionando esto” afirmó agradecida.
Por último, y con respecto al 2020, adelantó que ya en febrero comenzarán a prepararse para el invierno “con lo que es frazadas, caloventores y botas de goma para entrar a los barrios y para los niños, es lo primero que separamos de las donaciones, y camperitas”.
En este sentido, explicó que reciben las donaciones, hacen un trabajo de clasificación de “todo lo que es ropa de abrigo, guardapolvos, mochilas, útiles escolares, ya empezamos a juntar porque la verdad es que este año no dimos abasto y eso que llegó gran cantidad” finalizó.
(Fuente: La Opinión Austral.)
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