En un freno del entrenamiento en la pretemporada que está realizando con Belgrano de Córdoba, Maxi “Pipi” Díaz, el joven de la cantera del Hispano Americano, nos relata desde la provincia mediterránea sus sensaciones e ilusiones en esta segunda evaluación de dos semanas en el club “Pirata” “En la prueba estamos entrenando a full, es re intenso todo”, señaló “Pipi” nacido el 5 de abril del 2005.
Queda muy poco para finalizar la pretemporada con el Celeste Cordobés, en sus primeros días en Córdoba estuvo alojado en la casa de la familia Copetti a quien valora por su hospitalidad, por su cuidado y amabilidad “me trataron re bien en la casa, me sentí muy cómodo”, reconoce Maxi, quien ahora está acompañado con su madre.
Nada detiene sus sueños, las ganas de aprender y crecer en el fútbol “El calor me mata, pero trato de estar al cien por cien siempre”. Los entrenamientos pasan y la hora de la evaluación final se acerca “ Los profes me tratan bien, la verdad saben un montón y recién me van a decir cuando termine la prueba si quedé”.
Es un chico con un potencial enorme como jugador de fútbol, con su corazón pintado de Celeste desde que ingresó a sus 7 años “El Hispano es mi segunda casa, totalmente, es el lugar en donde puedo ser yo, me dio todo”, reconoció quien es gran admirador de Juan Román Riquelme por “su manera de jugar, como se divertía en la cancha”. En pocos días tendrá la devolución de sus entrenadores, si será parte de Belgrano de Córdoba, una decisión que esperará ansioso, mientras tanto seguirá con su picardía y talento, sonriendo detrás de la pelota su pasión por la que está “dando todo por un sueño”.
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