Las modificaciones del Gobierno en los derechos de exportación agrícola terminaron favoreciendo a las producciones santacruceñas. Todas reducen sus alícuotas, salvo la fruta fina que se mantiene igual. Los cambios están en sintonía con lo que esperaba la Federación de Instituciones Agropecuarias.
Luego de la reunión entre el ministro de Agricultura, Luis Basterra y los líderes de la Mesa de Enlace agropecuaria, se oficializaron los cambios en las alícuotas a pagar en concepto de derecho a la exportación (DAE) por el sector agrícola.
El mayor impacto está en la soja y es lo que puso en alarma a gran parte del campo, por ser el principal generador de divisas en este sector. Pero al desglosarse según región y tipo de cultivo o producción, la realidad es que para el caso de la región patagónica, la medida trajo alivio.
El titular de la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS) Miguel O’Byrne recordó que, en general, el cobro de retenciones no es lo que el campo desea. Pero eran contestes de la realidad actual. Aún así, la expectativa estaba centrada en que hubiera una vuelta atrás, en las alícuotas que fueron elevadas al principio de la gestión de Alberto Fernández, a niveles similares al que impuso la gestión anterior, sobre final de su mandato.
Y esto es lo que ocurrió, en casi todos los productos. La carne ovina pagará, de ahora en más, un DAE del 5%. Casi la mitad de lo que se había impuesto a fines de diciembre, cuando se fijó en el 9%. Lo mismo ocurrió con la lana limpia que se exporta.
En tanto que en la lana sucia, (que es la más vendida desde Santa Cruz) la baja fue menor, sólo dos puntos, pasando del 9 al 7%.
Para la pesca también hubo novedades. La reducción, en el caso de los congelados, pasó del 9 al 7%.
Si bien en la propuesta que se difundió no se especifica porcentual de DAE para la fruta fina, se entiende que está englobada en los que se consideran “productos regionales”, cuyo derecho a la exportación se mantuvo sin cambios, en un 5%.
“Es un complemento”
La noticia es un alivio, pero de todas formas, el dirigente santacruceño resaltó que hoy “la exportación es un complemento” de ingresos para los productores, aunque importante.
Es que “el porcentaje principal de la producción de carne ovina se coloca en el mercado interno” indicó Miguel O’Byrne. Lo que sí se exporta y porque no hay mercado en la Argentina es la lana sucia.
Sin un lavadero de lana cercano que amerite su procesamiento, hoy la lana de la esquila de los animales se exporta en fardos a países como China, India o Pakistán.
La pesca
Diferente es el caso de la pesca. Hoy la gran mayoría de lo que se pesca en aguas del mar santacruceño se exporta. Sólo una parte de la merluza y algo de calamar es dirigido al mercado interno. Lo demás, sale congelado hacia distintos países del mundo.
Esos productos venían pagando desde el cambio de gestión un DAE del 9%. Ahora para el caso de los congelados, se redujo al 7%. Y si hubiera exportación de frescos, el DAE se fijó en el 5%. Sin dudas esto permitirá mejorar la competitividad de puertos como Deseado, fundamentalmente.
La vuelta de las retenciones y la quita de los reembolsos por puertos patagónicos (que sólo estuvieron vigentes en el año 2016, luego de que fueran restituidos por DNU de Cristina Kirchner sobre el final de su mandato, en diciembre de 2015), son dos situaciones que generan desequilibrios negativos para los puertos santacruceños.
Por esa razón, durante los últimos años, desde el Gobierno Provincial, con los empresarios y los trabajadores de la pesca, se avanzó en eficientizar procesos y costos para, así, ganar en competitividad. Esto permitió retener la operatoria de muchos barcos, que en otros casos migraron hacia puertos más cercanos a Buenos Aires e incluso al de Mar del Plata, al no tener ventajas comparativas ni las obligaciones que sí existen para quienes operan con los permisos de pesca provinciales.
(Fuente: La Opinión Austral.)
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