El presidente Alberto Fernández aseguró hoy que “es inclaudicable” el compromiso de la Argentina “con la memoria y la verdad”, al referirse a la extradición del represor Gonzalo ‘Chispa’ Sánchez, capturado en Brasil, acusado por haber participado de grupos de tareas que cometieron crímenes de lesa humanidad en la ex Esma durante la última dictadura militar.
“Anoche llegó, extraditado desde Brasil, el represor Gonzalo “Chispa” Sánchez, que deberá responder ante la Justicia por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura. El compromiso de la Argentina con la memoria, la verdad y la justicia es inclaudicable”, escribió el jefe de Estado en su cuenta oficial de Twitter.
El ex prefecto y represor Sánchez, considerado responsable -al igual que otros- del secuestro al escritor y periodista Rodolfo Walsh en la dictadura cívico militar (1976-1983), fue detenido el martes pasado en Río de Janeiro y extraditado anoche al país.
Sánchez fue capturado por la Policía Federal brasileña en la ciudad de Paraty, en el sur del estado de Río de Janeiro, por una orden de captura del Supremo Tribunal Federal de Brasil para extraditarlo a la Argentina.
El represor, de 69 años, fue detenido por orden del juez Luiz Fux, del Supremo Tribunal Federal que tramita la extradición y que, según fuentes de la justicia Argentina, ya fue concedida, por lo que comenzarán las gestiones para que sea trasladado a la Argentina.
Se trata del primer caso de extradición sobre asuntos de derechos humanos del gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien reivindica a la dictadura militar brasileña y recientemente elogió a los ex dictadores Alfredo Stroessner, de Paraguay, y Augusto Pinochet, de Chile.
‘Chispa’ era, según los sobrevivientes, uno de los represores más jóvenes de la ESMA y del temible Grupo de Tareas 3.3.2 de la Armada.
De acuerdo a lo que se desprende de la causa judicial, Sánchez integró el grupo operativo que emboscó a Walsh en 25 de marzo de 1977 en el barrio de San Cristóbal, donde el autor de “Operación Masacre” e integrante de la organización Montoneros fue asesinado tras resistir con una pistola calibre 22 con la que hirió a uno de sus atacantes.
A principios de los 2000, se fugó a Brasil, país en el cual eludió una orden de captura cursada por el entonces juez federal Sergio Torres, quien tuvo a su cargo la instrucción de la megacausa ESMA.
Sánchez había sido detenido en 2013 en la ciudad de Angra dos Reis, también en el litoral sur de Río de Janeiro, para extradición, pero en 2016 obtuvo la prisión domicilaria, de la que se escapó.
El represor se había radicado en Brasil para trabajar en la industria naval en el litoral de Río de Janeiro, pero un nuevo pedido de captura llegó en 2019 y el Supremo Tribunal Federal autorizó la extradición hacia Argentina.
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