En el contexto de la pandemia, la institución deportiva caletense decidió colaborar con el comedor comunitario “Pancitas Felices”, del barrio Esperanza, que a diario asiste a cientos de familias.
Una de las instituciones deportivas más representativas de Caleta Olivia, el San Jorge Rugby Club cumplió este sábado 32 años de vida, pero debido a las restricciones que impone la cuarentena por el COVID-19, este año no hubo festejos.
Sin embargo, sus dirigentes decidieron celebrar la fecha de una manera especial en el contexto de la pandemia, colaboraron con el comedor comunitario “Pancitas Felices” del barrio Esperanza, el cual prepara viandas para familias carenciadas, cuyo número de incrementó notablemente en los dos últimos meses debido a las pérdidas de empleos formales e informales.
Los socios del club y los integrantes de los planteles de rugby y hockey, aportaron alimentos, ropa y calzado que este sábado por la tarde fueron entregados por el presidente de la institución, Horacio Serra a la encargada del comedor comunitario, Mabel Sosa, quien acudió a las instalaciones del club junto a su esposo Víctor Carrizo y vecinas que colaboran con la preparación de viandas.
Serra comentó a El Patagónico que los profesores e instructores de diversas especialidades ofrecen clases individuales y virtuales a los deportistas, procurando que mantengan la aptitud física, pero por sobre todo con la finalidad de fortalecer las relaciones de amistad entre todas las familias de la institución en esta difícil etapa de distanciamiento social.
El Patagónico
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