El padre de Carolina Aló, la joven asesinada de 113 puñaladas en el partido de bonaerense de Tigre por su novio, Fabián Tablado, quien hace tres meses recuperó su libertad tras cumplir su pena, dijo hoy que no sabe si la libertad del asesino “no es peor que el coronavirus” y pidió que mañana, al cumplirse 24 años del hecho, la gente recuerde a su hija con una foto de ella en las redes sociales.
En tanto, la madre de Tablado (44), María Esther Gallardo, aseguró hoy que su hijo prefiere no hablar con la prensa en este momento porque prefiere “olvidar todo”.
Aló afirmó a Télam que a 24 años del crimen de su hija y en lo que será el primer aniversario con el asesino en libertad, lo que siente “no es dolor, sino una tortura”.
“No hay ninguna ley que nos pueda sacar ese tormento, el sufrimiento se queda en uno para siempre. Uno vive viendo a cada chica y cada mujer, tratando de adivinar qué haría Carolina a esta edad si estuviera con vida”, señaló.
Sobre la liberación del femicida, a quien el pasado 28 de febrero se le dio por agotada la pena por una serie de beneficios, pese a que le faltaban más de dos años por cumplir, Aló lo consideró como un “peligro latente”.
“Yo no sé qué es peor, si el coronavirus o un Tablado andando suelto”, opinó el padre de la víctima.
“En el barrio me dicen que los vecinos están con las puertas cerradas más que por miedo al coronavirus, por miedo a este hijo de puta”, agregó.
Aló contó que como a raíz de la cuarentena, mañana no puede ir al cementerio a visitar la tumba de su hija, irá alrededor de las 11 a dejarle flores al monolito y el banco rojo –símbolo mundial contra la violencia de género-, que en homenaje a ella se inauguraron en la costa de Tigre, a la altura del Paseo Victorica y la calle Lavalle.
Además, dijo que desde la Fundación Carolina Aló están pidiendo que “a modo de homenaje” para su hija y como “repudio a la violencia de género”, la gente cambie su foto de Facebook o de cualquier otra red social, por la conocida foto de Carolina con dos trenzas.
El padre de la chica asesinada de 113 puñaladas comentó que el caso de su hija “marcó un antes y un después en la temática de la violencia de género”, ya que “antes no se hablaba de femicidio sino de emoción violenta y no se entendía que morían por el sólo hecho de ser mujeres”.
“Vamos a seguir llevando adelante esta bandera de Carolina para concientizar y decirle a las chicas que el amor no es dolor y para que el ‘yo te amo’ no se transforme en ‘yo tu amo’. Es una sola letra y cuando se cambia la ‘e’ por la ‘u’, ahí se tienen que dar cuenta que pueden transformarse en otra Carolina”, concluyó.
El crimen de Carolina Aló (17), uno de los casos más resonantes de la historia criminal argentina, ocurrió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado.
Luego de tener relaciones sexuales y discutir por celos, Tablado, por entonces de 20 años, persiguió a su novia por varios ambientes de la casa y la mató de 113 puñaladas.
En 1998, fue condenado a 24 años de prisión por “homicidio simple” pero en 2013 sumó una segunda sentencia por amenazar a su ex mujer y su ex suegra y se le dictó una pena única de 26 años y seis meses que debía agotarse a fines de 2022.
Por el beneficio de la derogada Ley del “2×1” y los cursos que hizo en prisión como “estímulo educativo”, el cómputo de la condena se le redujo y la pena se le dio por concluida el 28 de febrero, cuando abandonó la Unidad 21 de Campana.
Al salir de la cárcel, Tablado habló con la prensa y allí le pidió perdón a la familia Aló y a “todas las mujeres”, dijo que aún no encuentra explicación por lo que hizo y que no pasa un sólo día sin sentir “remordimiento y culpa”.
El femicida se fue a vivir con sus padres a la misma casa de la calle Albarellos donde hace 24 años asesinó a su novia de 113 puñaladas.
En tanto, a modo preventivo, la Justicia de Familia de Tigre ordenó colocarle a Tablado una tobillera electrónica para monitorear que no se acerque a menos de 300 metros de su ex mujer, la docente Roxana Villarejo -con quien se casó en la cárcel en 2007, luego se separó y amenazó de muerte-, ni a sus hijas mellizas de 11 años.
Luego, a pedido del propio Aló, también se le impuso a perimetral para que no pueda acercarse a menos de 500 metros del padre de carolina y además se ordenó que el ex convicto realice en la Secretaría de Género de Tigre un curso para “hombres que ejercen conductas violentas en la pareja”.
Fuentes judiciales, policiales y penitenciarias indicaron a Télam que en estos tres meses en los que Tablado está libre, el femicida no produjo ningún incidente y que la única vez que se activaron las alarmas fue un día en que su ex mujer se acercó a menos de 200 metros de su domicilio, pero porque había ido a un consultorio odontológico cercano.
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