Un perito de Policía Científica mató a balazos a su novia y a su propio hermano y luego se suicidó en la ciudad bonaerense de Pehuajó, en un caso de femicidio y fratricidio que para los investigadores está vinculado a los celos.
Antes de ser asesinada, la propia joven alcanzó a llamar al 911 para pedir ayuda y contar que su pareja policía había “malinterpretado” una situación entre ella y su cuñado y que los estaba amenazando con un arma de fuego.
El hecho fue reportado a las 0.45 de este lunes en una vivienda de la calle Cambaceres 351, de esa ciudad del noroeste bonaerense.
Allí la policía encontró a Boris Iván Lulich (29), perito planimétrico de la Delegación de Policía Científica de Trenque Lauquen, con un disparo en la cabeza pero con vida, y los cadáveres de su novia, Brenda Aylén Rojas (19), y de su hermano, Felipe Lulich (30).
En el terreno hay tres viviendas: la primera donde vive el padre de los hermanos, la segunda que habitaban el policía y su pareja y la tercera, la de su hermano.
La noche del 24, las cuatro personas terminaron de comer un asado en la casa del padre y el hermano del policía se retiró a su casa y luego hizo lo mismo la chica. Según la reconstrucción que hicieron a partir del llamado al 911, la joven no regresaba y el policía salió a buscarla y la encontró en la casa de su hermano.
En el llamado de la propia Brenda al 911 la joven llegó a explicar que su novio se estaba confundiendo en la escena. Los investigadores creen que imaginó una escena de infidelidad y comenzó a amenazarlos con su arma reglamentaria.
DISPAROS Y CONFUSION
Cuando llegó el patrullero a la casa, un policía se acercó y escuchó un disparo, y repelió la agresión (no se sabe contra quién), pensando que le estaban disparando a él, pero luego se estableció que fue el tiro con el que el perito se disparó en la sien luego de haber asesinado a su pareja y a su hermano mayor.
Rojas yacía muerta afuera de la casa con un disparo en la espalda, como si hubiera sido atacada cuando quiso escapar corriendo, explicaron las fuentes.
En tanto Felipe Lulich, hermano del policía, estaba muerto dentro del baño con disparos en la zona abdominal y junto a una escopeta calibre 12 de doble caño con un cartucho detonado.
“Siempre en base a lo que conjeturamos y vemos en la escena, creemos que este hombre trató de defenderse de su hermano con la escopeta y llegó a dispararla pero ese escopetazo dio en una pared sin lastimar a nadie”, dijo a Télam uno de los investigadores.
Finalmente, el perito Boris Lulich fue hallado en la habitación de su hermano, con un disparo en la región occipital del cráneo, es decir, sobre la nuca, y su arma reglamentaria marca Taurus calibre 9 milímetros al lado.
El policía fue trasladado de urgencia, en estado gravísimo, al hospital municipal de Pehuajó, donde luego falleció a raíz del cuadro crítico que padecía por el tiro en la cabeza.
En total se secuestraron tres armas: la pistola 9 milímetros del perito -con una bala en la recámara y seis cartuchos en el cargador-, la escopeta calibre 12 y el arma reglamentaria del policía que llegó a la escena y disparó pensando que le tiraban.
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