El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, anunció hoy que su cartera dispuso una línea específica de asistencia alimentaria y social para comunidades indígenas, tras reconocer que el Estado tiene “una deuda histórica” en esta materia y expresar su repudio a la violencia policial ejercida contra integrantes de un comunidad qom de Chaco.
“Primero quiero manifestar el repudio a la situación de violencia y el accionar policial. Con las comunidades indígenas tenemos distintas situaciones pero está claro que es parte de la deuda que tiene el Estado”, aseguró Arroyo.
Así lo expresó en declaraciones formuladas esta mañana a la radio online FutuRöck, en las que se refirió al episodio protagonizado por un grupo de policías chaqueños que irrumpió violentamente en un domicilio, golpeó y amenazó con prender fuego a las personas que estaban en la vivienda.
“En estas comunidades estamos hablando de pobreza extrema y falta de infraestructura básica. Es una situación que conozco porque he recorrido la zona, sé de qué se está hablando. Es evidente que el Estado tiene una deuda con las comunidades indígenas”, insistió el funcionario.
El ministro anunció, en este sentido, que, con el Instituto de Asuntos Indígenas, están “poniendo en marcha una línea específica de trabajo con las comunidades indígenas para asistirlos”.
Desde el ministerio explicaron que se trata de una línea que se articula con el Ministerio de Salud, el INAI y las provincias; en este caso Chaco.
En ese marco, esta semana ya se enviaron a Chaco unos 12 mil kilos de alimentos, 20 mil botellas de 2 litros de agua cada una, y unos 2 mil frascos de repelente de 500 cm3.
Tras la denuncia de la comunidad qom, el Ministerio de Seguridad de la provincia repudió “este accionar ilegal” y apartó de sus funciones a los efectivos involucrados.
El hecho se hizo público ayer, luego de que se viralizaran videos, fotos y audios de personas que viven en el barrio Cacique Pelayo-Banderas Argentina, de la localidad chaqueña de Fontana.
De acuerdo con la denuncia, los policías de la comisaría tercera ingresaron el domingo último a la madrugada al domicilio de una mujer que vive con su padre y sus hijos, una adolescente de 16 años y un joven de 19, a quienes se llevaron detenidos junto a una chica de 18 años y otro muchacho de 20.
“‘Ya les tiramos alcohol, ¿ahora quién las prende fuego?'”, amenazó uno de los efectivos a la familia, según contó en un video al que Télam tuvo acceso la hija de la dueña de casa, quien además aseguró que después los policías los atacaron nuevamente a patadas.
Tras difundirse el ataque policial, la ministra de Seguridad de Chaco, Gloria Salazar, dio una conferencia de prensa en la que confirmó que el gobernador Jorge Capitanich había dispuesto el apartamiento de los efectivos involucrados en el hecho.
Ayer, el presidente Alberto Fernández también se refirió al tema y dijo que la erradicación de la “violencia institucional” que sufren las minorías y diversidades es una “deuda de la democracia”.
Desde su cuenta de Twitter, el mandatario planteó que los hechos de “violencia institucional” registrados en las últimas horas en esa provincia “son inaceptables” y celebró que la provincia “haya apartado a los efectivos, pero debemos trabajar más profundamente en una problemática que es una deuda de la democracia”.
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