Debido a la falta de mantenimiento de las líneas de alta tensión, Caleta Olivia sufre un apagón generalizado por tercer día consecutivo. Ya no quedan velas en los comercios. Se produjeron incidentes entre la policía y quienes pretendían comprar combustible para alimentar generadores.
Caleta Olivia vive este sábado su tercera noche a oscuras por un nuevo apagón del sistema eléctrico que afecta a la totalidad de su ejido urbano. Esta vez se trata un corte más prolongado que en los días anteriores ya que se inició esta mañana a las 9 y hasta avanzada la noche todavía no se restablecía el servicio.
El problema se debe a la salida de sistema de las líneas de alta tensión que abastecen a Caleta Olivia desde Pico Truncado. Servicios Públicos Sociedad del Estado aduce dificultades para llegar hasta los sectores rurales donde se encuentra la falla debido al anegamiento de los caminos por nieve y barro.
La comunidad caletense manifestó su indignación frente a esa respuesta. Numerosos usuarios cuestionaron la falta de mantenimiento del sistema durante el verano y la falta de previsión para disponer de los equipos necesarios que le permitan a los técnicos llegar durante el invierno a esas zonas de difícil acceso.
INCIDENTES CON LA POLICIA
En los comercios ya se habían agotado las velas durante la tarde de este sábado y se produjeron incidentes con la policía en las dos estaciones de servicio que disponen de sistemas propios de electricidad para poder vender combustible.
Es que en los surtidores se formaron largas filas de personas a pie que buscaban comprar combustible para abastecer los grupos electrógenos de comercios y hogares frente al prolongado corte. Sin embargo, personal policial, por orden de su jefatura, pretendía controlar que quienes estuvieran haciendo cola tuvieran terminación de DNI par, con autorización para circular el sábado.
En ese momento, como pudo observar el equipo de El Patagónico, se produjeron discusiones entre ciudadanos y policías. Muchos de ellos eran comerciantes que aducían que necesitaban abastecer sus grupos electrógenos para evitar perder la cadena de frío de mercadería perecedera. Finalmente, los policías comprendieron la situación y se retiraron.
La indignación por el prolongado corte es tal que este sábado por la noche se produjo una ruidosa protesta de automovilistas que hacían sonar sus bocinas por las calles céntricas.
Incluso muchos confesaron su temor por posibles robos y otros delitos a los que la comunidad queda expuesta por el desamparo de la oscuridad.
El Patagónico
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