Son casas rodantes y “casas trineo” que surgen como alternativa a la falta de espacio propio para poder construir. En 2018 se contabilizan 43 a casi 130 entre las que están habitadas y en construcción.
La dificultad del acceso a la tierra en El Chaltén devino en un proceso que hasta podríamos definir como cultural: la proliferación de viviendas móviles, o del tipo “Trineo”, esas que se construyen y habitan en determinado predio prestado o alquilado a la espera de poder trasladarla al terreno definitivo del propietario.
Esta modalidad no es nueva, se trata de casas de pequeño y mediano porte construidas sobre trineos o patines, siendo estas últimas estructuras de hierro o madera, sin ruedas, que se arrastran tiradas por una máquina o camión.
Desde Encuentro Vecinal iniciamos el período legislativo denotando la Crisis Habitacional y formulando un paquete de medidas tendientes a solucionarla con medidas de corto y mediano plazo. Como parte de ese trabajo salimos a recorrer las calles de El Chaltén llevando a cabo un relevamiento urbano de viviendas, discriminando entre Casas, Casillas y Casas Móviles. El resultado es sorprendente.
La cantidad de casas trineo aumentó exponencialmente en los últimos años y son varios los factores que aceleraron este proceso. Por un lado la gran cantidad de viviendas de alquiler anual que pasaron a ser de alquiler diario para el turismo dejó vecinos de muchos años en la localidad sin la posibilidad de continuar alquilando. Por otro lado, el valor de los pocos alquileres anuales remanentes, en su gran mayoría, elevaron sus mensualidades a montos equivalentes a un sueldo promedio de la localidad, dejando fuera de mercado a otro gran número de vecinos.
Hasta no hace muchos años los trabajadores de temporada que decidían quedarse en la localidad lo hacían viviendo en casas prestadas o cuidando establecimientos turísticos sin tener la necesidad de generar gastos en los meses no laborales. Esa modalidad cambió, ya no existe esa posibilidad a gran escala e inclusive los ahorros de la temporada de un trabajador promedio ya no alcanzan para solventar todo el invierno alquilando. Resultó entonces imprescindible acceder al techo propio, aún sin ser propietario de la tierra.
Otra cuestión social notable en El Chaltén es su población joven y la versatilidad que demuestran para afrontar todo tipo de tareas, incluyendo la construcción. Es muy común que grupos de vecinos trabajen en forma colaborativa en la construcción de este tipo de viviendas, e inclusive ya existen un par de emprendedores que desarrollan las mismas a pedido con modelos preestablecidos.
Para realizar un análisis comparativo contamos con el Censo 2010, un excelente trabajo de relevamiento de la agrupación Vecinos Unidos de 2018, y de 2019 obtuvimos os datos del trabajo “Lineamientos de Planificación Estratégica Urbana para las Ciudades de la Provincia de Santa Cruz”. Esos datos preliminares nos llevaron a confirmar lo que a todas luces era evidente pero a la vez necesario de cuantificar: el crecimiento exponencial de este tipo de viviendas en la localidad.
De 43 casas trineo que existían ya en 2018, en la actualidad contamos con 113 viviendas móviles habitadas y 16 en construcción. Un número que habla a las claras de la necesidad de generar una solución para este tipo de viviendas y sus familias, ya que la no posesión de la tierra aún genera inestabilidad y dependencia.
Funte: Ahora Calafate
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