Hace varios días el personal sanitario está en alerta por la cantidad de positivos por COVID en Río Gallegos, pero también por la irresponsabilidad en las conductas. Joana, enfermera de Terapia Intensiva, dijo que están agotados y no entienden cómo la ciudad no toma conciencia.
En plena pandemia y escalada de casos positivos en Río Gallegos, personal sanitario se mostró molesto por la marcha “anticuarentena” del lunes pasado.
Es que los pasillos del hospital transcurren entre pacientes y trabajadores de la salud que están “desbordados” de tareas.
En esta oportunidad, una enfermera de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital Regional de Río Gallegos relató y demostró cómo quedan sus rostros luego de una “interminable” cantidad de horas laborales.
Se trata de Joana Navarro, quien acompañó la imagen con un sentido mensaje llamando a toda la población a ser más consciente.
Joana relató: “Es muchísimo lo que hay que hacer y somos pocos. Ayer (por el martes) terminé agotada de trabajar”.
Para la enfermera, “es increíble que la gente no tome conciencia”. Resulta que, tanto Joana como sus colegas, día a día ven llegar pacientes nuevos y “conviven” con el virus constantemente.
“Estamos muy cansados todos, tanto médicos, enfermeros, kinesiólogos, y continúan ingresando pacientes. Todos los días aparecen más y más casos”, remarcó.
Consultada respecto a la ocupación en el área de Terapia Intensiva, en comparación con las zonas “calientes” de COVID en Argentina, Joana describió: “Seguramente va a llegar ese momento horrible en el que alguien más necesite una cama con respirador y no va a estar. ¿Y qué hacés con ese paciente? ¿Quién decide quién merece vivir? Es una situación horrible”, planteó.
Respecto a las conductas de los ciudadanos de Río Gallegos, la enfermera fue contundente: “Yo pienso que si no se respetan las medidas, esto va a colapsar. Espero que no lleguemos a la situación que está viviendo Jujuy, eso sí sería demasiado caótico”.
Joana dejó un mensaje a la población, sobre todo a aquellos que quizá descreen de la pandemia: “Todos creemos que no nos va a pasar, hasta que nos pasa o a alguien cercano o familiar. Mi hijo dio positivo a COVID, gracias a Dios lo superó sin síntomas. Pero todos estamos expuestos hoy más que nunca, ya hay trasmisión comunitaria y es imposible saber quién tiene y quién no”.
En el último tramo de su entrevista telefónica con este diario, la enfermera llamó a la reflexión. “El que realmente pueda quedarse en casa, que lo haga”, pidió y dijo: “Entiendo al que tiene que salir a trabajar para poder comer. Pero el resto tiene que tomar conciencia que si el sistema de salud colapsa, no va a haber forma de brindar la atención que necesitan y las consecuencias de eso serán graves”
Fuente: La Opinión Austral
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