Se cumple este 22 de agosto el aniversario de un hito histórico para el país. Qué pasó aquel día al proclamar una fórmula que no sería oficializada.
“Un día como hoy, ante millares de hombres, mujeres y niños a los que tanto amó y llamó ‘de la nueva Argentina’, se producía como ella misma lo manifestara ante ese Cabildo Abierto su renunciamiento ‘a los honores, no a la lucha’”.
De este modo recuerda aquel hito la diputada nacional (MC) Elsa Lofrano, para quien Eva Duarte de Perón “siempre está presente en mí cada día más convencida de haber abrazado esta noble causa”.
Valora entonces a “quienes manifiestan esta misma devoción en la traducción en los hechos en este tiempo tan importante de serias definiciones”.
Recordar aquel 22 de agosto de 1951, entonces, “sin bajar los brazos con la frente alta. ‘El pueblo nunca se equivoca’, frase de nuestro General Juan Domingo Perón”.
“Hoy estudiar la verdadera historia es un deber, luchar por el derecho propio y el trabajo digno al que ella se refería como ‘gran Nación’”.
Lofrano pide “no usar su memoria para beneficio propio. Los tiempos cambiaron; digamos no a las malas intenciones y mentiras de adentro y de afuera; pensar en la lealtad; poner la realidad y verdad ante tantas palabras que tanto mal se hace, sembrando odios y desconciertos especialmente ante los jóvenes que son el futuro de hoy”.
Para la dirigente de la tercera edad, “Evita fue Pueblo; pidió y eligió ser ‘simplemente Evita’”.
“No olvido repetir a los pocos o muchos que sobrevivimos a los despiadados ultra derechistas que machacaban aquel 22 de agosto una de las tantas frases que son un bálsamo para nuestro corazón: “yo sé que Dios está con nosotros porque está con los humildes y desprecia a la soberbia y a la oligarquía y por eso la victoria será nuestra. Tendremos que alcanzarla tarde o temprano, cueste lo que cueste y caiga quien caiga”.
EL RENUNCIAMIENTO
Una concentración de gente aún mayor a la del 17 de octubre de 1945. Más de dos millones personas de todos los rincones del país. Periodistas y agencias de noticias internacionales, aviones que escribían en el cielo la sigla “CGT”, y la tradición hispana que encabezó el título del encuentro como “Cabildo Abierto” el 22 de agosto de 1951. Los sindicatos habían hospedado y entretenido días antes con actividades culturales y deportivas a los militantes que venían a Buenos Aires con el fin de proclamar en “asamblea peronista” la fórmula para las elecciones presidenciales de 1951: Juan Domingo Perón-Eva Perón.
Por primera vez se contrataría al personal técnico de la FOX para filmar en Argentina con tecnología “tecnicolor” el acto multitudinario que se emplazó en el edificio del Ministerio de Desarrollo Social sobre la Avenida 9 de Julio de la Capital Federal. Fue también por primera vez un acto colmado de columnas políticas de mujeres puesto que sería entonces (1951) el primer sufragio al cual accederían luego de la sanción a nivel nacional en 1947 de la Ley 13.010 de sufragio femenino y derechos políticos de la mujer.
La estrategia de prensa -y simbólica- fue pensada por el entonces subsecretario de Prensa y Difusión Raúl Apold. El mismo creador de la frase “Perón cumple, Evita Dignifica” había diagramado los detalles del acto que para las 14 horas de entonces rebalsaba de gente desde la calle Belgrano hasta el Obelisco. A las 17:20 se da comienzo al “Cabildo Abierto” y luego de la entonación de la marcha peronista sale al palco el entonces presidente Juan Domingo Perón, presentado por quien fuera el secretario general de la CGT José Espejo. Es recién a las 18 cuando se abre espacio e ingresa Eva ante un clamor popular que hizo estallar las cámaras de los medios que cubrían el evento.
El diario O Globo de Brasil resaltaría en tapa al día siguiente la confirmación de la fórmula presidencial “Perón-Eva Perón”. Esto es así puesto que la renuncia oficial al cargo de vicepresidenta para las elecciones de 1951 se realizaría nueve días más tarde por cadena nacional. Para la época era un acto de vanguardia el sufragio femenino, aunque muchos países en el mundo habían comenzado a aplicarlo. Lo cierto es que contextualizando el período, por más que se le confería a la mujer los mismos derechos políticos, era inimaginable una fórmula presidencial que incluyera a una de ellas. Por esta misma razón los medios internacionales de la época, como el matutino brasileño por excelencia, resaltaría el suceso como un hecho único en la historia del mundo.
Eva “acepta” la candidatura como vicepresidenta con un camuflaje discursivo aludiendo a la frase “yo siempre haré lo que diga el pueblo”. Pasadas las nueve de la noche la gente comenzó a desconcentrarse y muchos de esos militantes se iban convencidos de la postulación de Evita. No fue este caso el de los sectores más políticos que no tenían en claro la posición que se adoptó por parte de ella.
Nueve días más tarde, el 31 de agosto de 1951, por cadena radio nacional Eva Perón anunciaría la determinada “decisión irrevocable y definitiva de renunciar al honor con que los trabajadores del pueblo de mi patria quisieron honrarme en el histórico Cabildo Abierto del 22 de Agosto”.
De todos modos y por el gesto de renuncia, Evita sería condecorada con la Gran Medalla Peronista.
El evento marcó, como el peronismo mismo, un antes y un después en la historia política a nivel nacional y también internacional. Evita es una figura que atrae comentarios y opiniones de toda índole: lo innegable es su trascendencia entonces y ahora desde el aspecto político y el rol de la mujer. El mundo entonces observó su paso materializado en un acto que jamás por su magnitud volvió a repetirse en la historia argentina. A color o en blanco y negro, en lengua española, portugués, italiano o francés, la prensa mundial habló de ella y, como con otros argentinos y argentinas, lo seguirá haciendo.
Fuente: EL Patagónico
0 comments