En 2016 lo buscaban por reiteradas estafas con la compraventa de autos y el manejo de una red de prostitución. Lo encontraron en Puerto Madryn, en un departamento de un quinto piso desde donde amenazó con arrojarse si la policía ingresaba.
El comodorense César Alejandro “Chatrán” Hernández cuenta con una larga lista de estafas y delitos que cometió no solo en esta ciudad, sino en Esquel y en localidades de Santa Cruz. Incluso llegó a República Dominicana.
De a poco se fue convirtiendo en el estafador más famoso y más buscado de Chubut y la Patagonia. Cayó varias veces y siempre se las ingenió para que las condenas fueran leves. O desapareció cuando gozaba de salidas transitorias. Ese había sido su último engaño en la ciudad de Sarmiento.
La justicia de Chubut ordenó su captura nacional e internacional. Pero “Chatrán” no se había ido muy lejos. Cayó una vez más, ahora en una casa de la ciudad santacruceña de Caleta Olivia, apenas a 100 kilómetros de su lugar de residencia habitual: Comodoro Rivadavia.
Las investigaciones se iniciaron semanas atrás a través de un exhorto enviado por la justicia de Rawson, debido a que la División de Investigaciones de la capital de Chubut pidió la colaboración de sus pares de Santa Cruz para dar con el paradero del estafador.
Según LaPrensadeSantaCruz, luego de unos días el juez Leonardo Cheuqueman firmó dos órdenes de allanamiento en Caleta Olivia, donde se presumía estaba Hernández. Los policías llegaron a una casa ubicada en el barrio 132 viviendas en calle Las Margaritas y a otra en calle Bernardino del Hoyo al 1200.
Los operativos se hicieron de manera simultánea por personal a cargo del comisario Pablo Méndez, jefe de la brigada Zona Norte.
Los agentes identificaron a Hernández y le secuestraron 11 teléfonos celulares, tablets, computadoras notebook, play Station 4, dinero en efectivo, documentación importante para las investigaciones de los casos en los que está involucrado y dispositivos de almacenamiento de información.
De acuerdo a lo informado, la justicia de Rawson dispuso que “Chatrán” Hernández fije domicilio y quede a disposición de la justicia chubutense.
SU LARGO HISTORIAL
La larga lista incluye estafas y delitos de Hernández en Trelew, Rawson, Comodoro Rivadavia y Esquel en la modalidad de ventas por internet, productos que vendía y nunca entregaba.
Su vida es la de un gran simulador. Disfruta de vehículos de alta gama, propiedades y suele gastar mucho dinero en los locales nocturnos de Comodoro Rivadavia. “Chatrán” o “El Chulo”, como también lo llaman en la noche patagónica, tiene además por costumbre adueñarse de aquello que no le pertenecía y engañar tras una fachada de hombre de negocios.
En junio de 2016 fue detenido en Puerto Madryn. Era buscado por la justicia, tras descubrirse una causa que lo involucraba en reiteradas estafas con autos y en la participación de una red de explotación sexual, en la que también estaban implicados integrantes de la Policía. Al verse rodeado, dijo que se iba a tirar de un quinto piso. Pero finalmente se entregó. Por entonces contaba con una condena de 4 meses de prisión efectiva por un delito de estafa en Esquel.
En 2013 había sido condenado a tres años de prisión efectiva por el robo agravado en un local, ocurrido el 8 de febrero de ese año, y en el que el comerciante resultó gravemente herido. Esa tarde manejaba una Ford Ranger, en la que también iban sus dos cómplices. Ambos morirían más tarde. Ángel Mirol, en el incendio de la Seccional Sexta, y Víctor Timoteo Ruiz, apuñalado por otro preso de la Alcaidía. Los dos en Comodoro Rivadavia.
Pese a su vida en la clandestinidad, a Hernández lo pudo el cholulismo y empezó a mostrarse en las redes sociales con personajes conocidos de la noche patagónica, e incluso con algunos a nivel nacional. Su historia se seguiría escribiendo con las estafas y entrando y saliendo de las comisarías, arreglando sus condenas con juicios abreviados, siempre bajo la defensa de conocidos abogados. Incluso se dio el lujo de dar una entrevista al diario Crónica de Comodoro, donde engañó a incautos periodista y editor y salió en tapa en calidad de filántropo que organizaba actividades solidarias para damnificados por el temporal de 2017. Claro que para ello solicitaba ayuda a terceros.
En una de las tantas entradas a las prisiones sureñas fue atacado por tres presos con los que, en aquel momento, compartía celda en la Seccional Cuarta de Comodoro Rivadavia.
Fue en 2017. En medio de la golpiza, el condenado por estafas reiteradas recibió varios puntazos en piernas, brazos y rostro. La policía secuestró un hierro de construcción con punta, además de un teléfono celular.
SIN TREGUA
“Chatrán” fue hospitalizado y una vez que le realizaron los estudios pertinentes y las curaciones que necesitaba, fue trasladado a la Seccional Sexta para que continuara cumpliendo su condena. También apareció desde un calabozo bailando cumbia tras haber recibido una paliza de parte de otros internos. Subió a las redes sociales un video que no tardó en viralizarse.
En ese ir y venir de aventuras carcelarias y en la continuidad de sus estafas, fue detenido en 2019 otra vez por delitos relacionados con su especialidad. Fue trasladado a Sarmiento donde al poco tiempo consiguió salidas transitorias. De una de ellas, nunca regresó. Por eso la Justicia de Chubut pidió su captura y fue tras sus pasos. Sin saber que el gran estafador se encontraba cerca.
En Caleta Olivia la policía lo detuvo y puso fin a sus andanzas. Al menos por ahora. Aunque en los últimos días, se confirmó que “Chatrán” había concurrido a la comisaría de Cañadón Seco para solicitar un certificado de domicilio en esa localidad.
Fuente: El Patagonico
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