El Gobierno británico aseguró este viernes que no descarta una cuarentena general del Reino Unido para cortar el avance del coronavirus, tras una duplicación semanal de internaciones por la enfermedad, mientras que se dispuso el confinamiento puntual en más áreas de Inglaterra afectadas por el rebrote.
La tasa de transmisión del coronavirus, o la cantidad de personas que puede contagiar un infectado, está entre el 1,1 y 1,4 en el Reino Unido, según datos oficiales, lo que según el Gobierno muestra que hay un “crecimiento generalizado de la epidemia en todo el país”.
De acuerdo con algunos de los principales medios locales, incluso más restricciones podrían entrar en vigencia tan pronto como la semana que viene, ya que las hospitalizaciones por coronavirus se están duplicando cada siete u ocho días.
Entre las medidas en elaboración, figuran el cierre de bares y restaurantes o tal vez restringir los horarios y prohibir las reuniones entre amigos y familiares, aunque continuarían las clases en escuelas y se podría seguir yendo a los lugares de trabajo.
El Reino Unido es el país de Europa más castigado por la pandemia, con más de 41.700 muertes confirmadas por covid-19.
El Gobierno anunció ayer un aumento hasta 3.395 de los casos en las 24 horas previas, una cifra que ronda los 4.000 desde hace casi una semana, mientras que hoy la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS por sus siglas en inglés), informó que los contagios estarían alcanzado los 6.000 diarios.
“Queremos evitar un confinamiento nacional pero estamos preparados para hacerlo si es necesario”, dijo hoy el ministro de Salud, Matt Hancock, a la BBC.
“Estamos preparados para hacer lo que sea necesario tanto para proteger vidas como para proteger la economía”, afirmó, y advirtió que se sumarán nuevas restricciones a las ya impuestas a partir de este viernes en partes del noreste de Inglaterra.
Desde este lunes, ya están prohibidas las reuniones de más de seis personas en Inglaterra, excepto escuelas, lugares de trabajo, de culto y eventos deportivos.
Desde el martes que viene, según anunció hoy el Gobierno, las mismas restricciones se extenderán a zonas del noroeste y centro de Inglaterra, incluyendo a la ciudad de Liverpool.
Esto significa que casi 6,3 millones de habitantes del Reino Unido estarán sujetos a esas medidas de restricción local, cifra que sube a 10 millones si se agrega además a las afectadas por la prohibición de reuniones de más de seis, según los medios británicos.
Según consignó también la BBC, el principal asesor científico y médico del Gobierno, Chris Whitty, predijo otro brote grave de la enfermedad y pronosticó que habría un número importante de muertes a fines de octubre si no se toman más medidas.
Mientras tanto, el alcalde de Londres, Sadiq Kan, adelantó hoy a la cadena de radio LBC que las celebraciones oficiales del 31 de diciembre por el Año Nuevo fueron canceladas y no se realizará la tradicional fiesta de fuegos artificiales.
Para el alcalde londinense, la capital “no puede permitirse” que se junten grandes multitudes de personas y adelantó, sin dar detalles, que habrá algún evento para que las personas puedan disfrutar desde sus casas.
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