En el marco de la 5° Sesión Extraordinaria, desarrollada por videoconferencia, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral realizó un sentido reconocimiento a los trabajadores y trabajadoras de la salud de la Santa Cruz, que desarrollan su labor diariamente en cada una de las localidades de la provincia en el marco de la actual pandemia de coronavirus.
En lo formal, el Consejo Superior resolvió adherir a la Declaración del 84° Plenario del Consejo Interuniversitario Nacional en Reconocimiento a las y los trabajadores de la Salud del país “por la heroica e intensa lucha que sostienen contra la pandemia que sufre nuestro pueblo”.
No obstante, en el articulado de la Resolución que establece la adhesión los consejeros extendieron especialmente el reconocimiento “a las y los
Trabajadores de la Salud de la provincia de Santa Cruz, quienes ven multiplicada su riesgosa labor ante la dinámica que ha experimentado la pandemia por COVID- 19 en localidades del territorio provincial, que está llevando al límite la aplicación de los recursos del sistema sanitario”.
Asimismo, incorporaron “el acompañamiento a las demandas del sector, en lo que respecta a los recursos que requiere para el fortalecimiento de las capacidades del sector y de los trabajadores y trabajadoras de la salud”.
En la Declaración del CIN también se remarca que los/as trabajadores/as de Salud se desempeñan “muchas veces sin contar con todos los elementos de protección individual indispensables, frecuentemente en jornadas que se extienden más allá de lo aconsejable” y se hace hincapié en que “buena parte de estas y estos trabajadores, profesionales y técnicos son graduados y graduadas de nuestras universidades”
Declaración del CIN
Las rectoras y rectores de las universidades públicas de la Argentina, reunidos en el 84º Plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), sesionamos en modo telemático y rendimos un muy merecido homenaje a los y las trabajadoras de la salud en general y a los de los servicios sanitarios universitarios en particular, por la heroica e intensa lucha que sostienen contra la pandemia que sufre nuestro pueblo.
En una situación de incremento de contagios y escalada del impacto de la COVID-19, reconocemos que el recurso más crítico e indispensable es el factor humano integrado por los miles de trabajadores y trabajadoras de la salud que, en la primera línea de batalla y exigidos aún más allá inclusive de lo razonable, ya han impedido un número invalorable de pérdidas de vidas y han recuperado a un sinnúmero de enfermos.
Merecedores y merecedoras de un aplauso y agradecimiento diario por su labor, muchas veces, también, han sufrido amenazas injustificables y actos repudiables de discriminación en el transporte público o en sus áreas de residencia. Ponen en riesgo su salud una y otra vez, en cada minuto de su labor, así como la de sus propias familias.
Trabajan muchas veces sin contar con todos los elementos de protección individual indispensables, frecuentemente en jornadas que se extienden más allá de lo aconsejable, y aun así siguen adelante. Ganan y pierden batallas cada día con todas las tensiones y la carga emocional que ello implica. Y, como ellos mismos lo han expresado en estos días, “los recursos para salvar a pacientes de coronavirus se están agotando”.
Buena parte de estas y estos trabajadores, profesionales y técnicos son graduados y graduadas de nuestras universidades. Y toda la comunidad universitaria siente un gran orgullo por la capacidad que los y las colegas demuestran en su incansable lucha cotidiana para salvar vidas. Para ellos y ellas todo nuestro afecto y reconocimiento.
El aislamiento y el distanciamiento social, el uso de tapabocas y la higiene son, hoy por hoy, las únicas medidas ampliamente aceptadas en todo el mundo para hacer frente a la pandemia. Uno de los principales objetivos de estas medidas es impedir que se colapsen los servicios de salud para que todas aquellas personas que lo requieran puedan ser atendidas adecuadamente. Sin embargo, los niveles de ocupación de guardias y unidades de terapia intensivas en nuestra Patria indican que aún es necesario un mayor esfuerzo en el cumplimiento de estas medidas. Se trata de cuidarnos y cuidar al otro.
No podemos permitir que los y las trabajadoras de la salud se sientan solos, agobiados, y agotados. Tenemos que expresarles nuestro reconocimiento, acompañamiento y solidaridad, no solo en ese aplauso que diariamente merecen sino también a través de comportamientos sociales adecuados.
De ningún modo es aceptable que cuando estos y estas trabajadoras salen de sus instituciones a tomar un breve y merecido descanso observen y sientan que a su alrededor la sociedad sigue con sus actividades, insensible a lo que ocurre con miles de argentinos dentro de esas unidades hospitalarias. De este modo, solo incrementamos su sensación de soledad y agobio y, en síntesis, desesperanza.
Por eso convocamos a nuestra comunidad universitaria en primer lugar y, en general, a toda la sociedad a comprender que cualquier actividad que realicemos y que no sea esencial o estrictamente imprescindible debe ser evitada y postergada ya que está suficientemente demostrado que, inexorablemente, provocará mayores contagios y un número más alto de pacientes hospitalizados y fallecidos.
Estos trabajadores y trabajadoras nos piden que no desafiemos al virus porque ponemos en riesgo nuestras vidas, las de muchos compatriotas y, desde ya, las del personal de salud que acudirá a salvarlas heroicamente.
Las rectoras y los rectores de las instituciones universitarias públicas de la Argentina, desde todos los rincones de la Patria, les decimos a todos y todas las trabajadoras de la salud una y mil veces: NO ESTÁN SOLOS.
0 comments