Trump llegó al debate a la ofensiva, decidido a recuperar terreno frente a su rival, que lo aventaja desde hace semanas en los sondeos, y defendió su decisión de llenar la vacante que dejó en la Corte Suprema el fallecimiento de la jueza Ruth Baden Ginsburg con una jueza conservadora.
“Nosotros ganamos la elección, las elecciones tienen consecuencias”, dijo Trump en referencia a la indignación de los demócratas frente al nombramiento de Amy Coney Barrett que puede dejar la Corte Suprema en control de los conservadores durante décadas.
Después acusó a Biden de ser “socialista”, pero Biden desestimó sus ataques afirmando que “todo el mundo sabe” que Trump “es un mentiroso”.
“No hay nada inteligente en ti”, le respondió el mandatario en otro segmento.
El candidato demócrata prometió en el debate que eliminará “los recortes impositivos aprobados por el Gobierno de (Donald) Trump”, mientras el mandatario, que se niega a presentar sus declaraciones impositivas, desmintió a la prensa y aseguró que pagó “millones de dólares” en impuestos federales.
Al mismo tiempo, el exvicepresidente acusó al mandatario por la falta de transparencia y sostuvo que Trump es “el peor presidente de la historia de EEUU”, frase que motivó una respuesta del magnate republicano: “He hecho más en 47 meses que lo que tú hiciste en 47 años, Joe”.
En otro pasaje del debate, Biden acusó a Trump de no enfrentar a Rusia, tildando al mandatario republicano de “cachorro” de su homólogo ruso Vladimir Putin, durante el primer debate hacia las elecciones del 3 de noviembre.
“Es el cachorro de Putin. Se niega a decir nada sobre las bonificaciones por matar soldados estadounidenses”, dijo el exvicepresidente de Barack Obama.
Según varios medios estadounidenses, agentes rusos dieron dinero a combatientes “cercanos a los talibanes” para que mataran a soldados de Estados Unidos en Afganistán.
El debate se celebró en Ohio, uno de los estados pendulares que cambian su preferencia de una elección a otra y que Trump logró ganar en 2016. Ahora, Biden encabeza las encuestas en este bastión con un 49% de las preferencias, frente a 45,7% de Trump.
La pandemia -que ha dejado más de 204.762 muertos en el país- marcó el desarrollo del debate, y en el auditorio todos los presentes -salvo Trump y Biden y el moderador Chris Wallace- portaron mascarillas y las sillas están colocadas para respetar el distanciamiento social.
Peter Eyre, un alto asesor de la Comisión para los Debates Presidenciales, indicó que la audiencia se compone de 80 personas, incluyendo los miembros de la familia de los candidatos, los jefes de campaña, los funcionarios de seguridad y los periodistas.
En vísperas del debate, después de que el mandatario pidió un control antidopaje, el equipo de Trump dio a entender que Biden usaría un auricular electrónico durante el duelo y señalaron que el político demócrata – que era tartamudo cuando niño y a veces se traba brevemente al hablar – había solicitado “varios descansos durante el debate”.
A su llegada a Cleveland Biden respondió con humor a las acusaciones y tuiteó: “Llegó la noche del debate. Aquí están mis auriculares y mis potenciadores de rendimiento” y publicó una foto de unos audífonos con cable y una tarrina de helado.
Además de la pandemia y la vacante en la Corte Suprema, están en la agenda el debate sobre el racismo, el balance de las carreras de ambos candidatos y las dudas sembradas por Trump sobre la integridad de las elecciones.
Trump perdió en los últimos meses su principal activo político: una gestión de la economía que llevó al desempleo a mínimos en décadas, pero que quedó devastada por la pandemia que destruyó millones de puestos de trabajo.
A última hora una bomba cayó sobre los republicanos: las revelaciones del diario The New York Times de que Trump pagó sólo 750 dólares en impuestos federales en 2016, el año que ganó la presidencia.
El artículo indicó también que las empresas de Trump sufren “pérdidas crónicas”, algo que puede resquebrajar su imagen de poderoso hombre de negocios.
Biden respondió este martes publicando documentos que indican que pago casi 300.000 dólares en impuestos el año pasado. “El pueblo estadounidense merece transparencia”, indicó.
En estas elecciones hay número récord de latinos habilitados para votar, cerca de 32 millones, que representan un 13,3% del total.
Sin embargo, la directora de Participación Cívica del Fondo Educativo NALEO, Juliana Cabrales, espera que menos de la mitad emitan su sufragio.
“La pandemia está creando obstáculos para el registro de votantes”, dijo a la AFP Cabrales explicando que muchas veces las inscripciones se materializaban en reuniones y eventos, afectados por las restricciones sanitarias.
Entre los latinos la ventaja de Biden es clara con un 65% de apoyo frente al 36% del mandatario republicano.
Sobre el final, bajo el tópico puntual del funcionamiento electoral, Biden pidió a sus votantes que “voten, si pueden votar de forma anticipada, háganlo”, y agregó que “gane o pierda yo aceptare los resultados”, en clara respuesta a las acusaciones de fraude del presidente Trump.
Justamente el mandatario, a su tiempo, criticó a los demócratas, a quienes acusó de querer hacerle un golpe de Estado con las investigaciones del Rusia-gate, por lo cual señaló que “no se puede hablar de una transición libre” en caso de que el resultado sea negativo. “En cuanto a los votos eso es un desastre”, dijo, sobre el voto por correo. “Si hay votos que no son solicitados, eso es un fraude”, añadió remacó que el resultado de las elecciones podría no conocerse “durante meses” debido a la demora que llevará el conteo de los votos por correo.
Si se confirman las encuestas, Trump podría convertirse en el primer presidente estadounidense en no lograr un segundo mandato desde que su correligionario George H. W. Bush perdió frente a Bill Clinton en 1992.
Pese a esta ventaja, todos los ojos están puestos en Biden debido a su propensión a los olvidos y los lapsus, que han sido una de las críticas predilectas de Trump durante la campaña.
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