Continúa el reclamo de pago de haberes atrasados de trabajadores de Maxia. La semana pasada, afiliados al gremio amenazaron al intendente y allanaron la sede del gremio.
A una semana de la última protesta que terminó con insultos y amenazas contra el intendente Pablo Grasso, decenas de manifestantes de la UTA plantaron una carpa en la puerta de ingreso al municipio de Río Gallegos para reclamar nuevamente por el pago de salarios atrasados a choferes de la empresa de colectivos Maxia.
La semana pasada el reclamo de afiliados a la Unión Tranviaria Automotor (UTA) finalizó con una violenta escena que derivó en un allanamiento a la sede del gremio luego de que el jefe comunal presentara una denuncia ante la Justicia.
“Te voy a arruinar, gato de m…”
El martes pasado, Grasso salió a la puerta del palacio municipal que da a la avenida San Martín para dar respuesta al gremio sobre el conflicto de la empresa de transporte. Lo que comenzó como un simple diálogo terminó con fuertes frases, extorsiones y amenazas contra el jefe comunal que en todo momento fue rodeado por integrantes del gremio. “Pagale a la gente porque tiene hambre”, gritó uno y encendió la furia.
“¿A dónde está la plata? Explicales a dónde está”, insistio otro, al tiempo que un tercero increpó con insultos ¿Qué te creés que no tenemos cuentas nosotros, boludo?”.
Fuente: La Opinión Austral
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