“La naturaleza quiere volver a encontrarte”. Así invita Bariloche a los turistas del Alto Valle para la primera experiencia piloto del país que se inicia este viernes con grandes expectativas aunque con bajo impacto económico para la ciudad.
Los turistas pudieron salir a las 8 de sus puntos de partida, en alguna de las 15 localidades ubicadas en el corredor que va desde Chichinales hasta Catriel, según dispuso el Gobierno de Río Negro, que coordina el control de tránsito y circulación en todo el trayecto por el que pasarán las personas que serán las primeras en visitar la ciudad andina, tras siete meses de fronteras cerradas al turismo.
La apertura del turismo en esta prueba piloto tiene un cupo de 500 visitantes en la primera semana y hasta el jueves a la mañana había alrededor de 200 reservas en las cabañas, departamentos y hoteles habilitados para este inicio.
“Las expectativas son muy altas, estamos preparados y todavía quedan lugares, por lo que al que no se decidió le decimos que no se quede con las ganas y organice su viaje”, expresó a Río Negro Gastón Burlón, secretario de Turismo local.
Para esta etapa hay unos 90 alojamientos habilitados que se dispusieron en la plataforma online de Bariloche Turismo. “La mayoría son cabañas o departamentos de alquiler, los hoteles son los menos por una cuestión económica pero tenemos el acompañamiento del privado que es consciente que por más que sea poco, hay que abrir y empezar”, admitió Burlón.
Para los grandes hoteles poner en movimiento sus estructuras implica altos costos que no se podrían cubrir con la escasa demanda que generará el cupo de 500 visitantes, aun así en la oferta de alojamientos de esta etapa hay hoteles de 4 estrellas que ofrecen sus servicios.
La reserva previa en uno de los alojamientos habilitados es la llave para ingresar a la ciudad porque el establecimiento habilitado es el que otorga un certificado de ingreso que será solicitado en el puesto de control del acceso a Bariloche, ubicado en la zona de Las Chacras.
Burlón aclaró que en este puesto no se detendrá a todos los vehículos, ya que es un punto neurálgico para el tránsito entre Dina Huapi y Bariloche, si no que el sistema de monitoreo tendrá detectados los automóviles que pertenecerían a turistas, ya que podrán registrar ese movimiento con una cámara de seguridad instalada recientemente en la ruta 23, a metros de la intersección con la ruta 40, y los operadores darán aviso al control.
En este punto se controlará que el turista tenga el certificado médico que indique que no es persona de riesgo, el test negativo de covid-19 que se puede realizar en El Cuy y la contratación de un seguro médico con cobertura por coronavirus.
La premisa del sector turístico de Bariloche es mostrar a la ciudad abierta y con las medidas de seguridad para prevenir el coronavirus, haciendo foco especialmente al aire libre y las dimensiones que permitirán un distanciamiento natural.
No serán de esta partida las excursiones lacustres tradicionales como Isla Victoria, Puerto Blest y Brazo Tristeza, que permanecen cerradas, al igual que los viajes a El Bolsón, Villa la Angostura o 7 Lagos, que tampoco están autorizados, ni los ascensos en medios de elevación al cerro Campanario, Otto y Catedral (a los dos últimos se puede llegar en auto).
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