Interpuso presentación en la Justicia alegando que su hermano y sobrinos mantuvieron oculto un contrato donde se vendieron participaciones de dos firmas de Franco. Sospecha decisión amañada y carga contra sus parientes.
Apenas había pasado un día del primer rumor acerca de un libro que contenía el explosivo testimonio de Mariano Macri, hermano del expresidente Mauricio Macri, que tenía casi como tema excluyente una serie de graves acusaciones sobre manejos económicos y familiares, y una disputa de fondo por la herencia que dejó tras de sí el patriarca, Franco Macri. Al día siguiente de ese primer adelanto, el 15 de octubre pasado, Mariano impulsó una presentación judicial -a la que Ámbito accedió, en exclusiva- a través de su abogado Héctor Raúl Trevisán Palacios. Allí solicitó la nulidad de un “laudo” -la sentencia- dispuesto en el marco de un proceso denominado “Amigables Componedores” por el Tribunal de Arbitraje General de la Bolsa de Comercio de Buenos, que tenía fecha del 1 de octubre. Los demandados por Mariano son: Gianfranco Macri –su otro hermano-, y los hijos mayores del expresidente, Gimena Macri, Agustina Macri y Francisco Juan Macri. Contra ellos, Mariano pidió que se dicte sentencia definitiva y se los condene a “exhibir toda la documentación motivo de la transferencia del 20% de las acciones de SOCMA Americana y de Macri Investment Group SA”. Mariano no solo relató en un libro las desavenencias económicas del clan, sino que ahora las llevó a la Justicia comercial y planteó que podría ser un caso federal.
En su pedido al juez, el hermano requirió que se solicite el Expediente 1298/19 caratulado: “MACRI, Mariano c/MACRI, Gimena y Otros s/cumplimiento de contrato”. El reclamo se apoya en el acuerdo que firmaron los cinco hermanos Macri y que sometía el tironeo por la venta de las acciones al Tribunal de Arbitraje General de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Mariano consideró que ante una oferta irrevocable de venta “debía seguirse un complejo mecanismo para la concreción de ese negocio”. Relató que cortocircuitos en ese procedimiento derivaron en un arbitraje ante la negativa de todos a mostrar “el texto del contrato celebrado con la finalidad de verificar si la oferta dirigida a todos, pero aceptada sólo por el demandado Gianfranco Macri, se mantuvo sin modificación alguna a la misma oferta en sus elementos esenciales que terminó en el contrato de transferencia de acciones”. Es decir, si se correspondía con lo que se terminó pagando. Esa es la duda. “Que la operación no se haya concretado en un precio menor o distinto al informado al resto de los accionistas”, indicó en su escrito Mariano.
La historia se remonta a una serie de contratos encadenados, el último de 2015, entre los hermanos. Mauricio cedió su 20% a sus hijos mayores. Si uno quería vender primero debía extender una propuesta al resto de los cuatro. Pero no podía modificar o negociar esa propuesta a espaldas de los otros. La disputa es por la venta realizada que fue rechazada por Mariano, por Florencia y por los hijos de Sandra Macri, ya fallecida. El menor de los hermanos varones sostiene que el precio pagado no es el que figuraba en la oferta de los hijos del expresidente. Ahora, y en medio de las acusaciones contra Gianfranco como supuesto testaferro de Mauricio, decide llevarlos a todos a juicio. No es el único expediente que se tramita. Al menos hay 3 en la justicia comercial.
El hermano demandante sugirió también que no quedó conforme con la decisión del Tribunal de Arbitraje y que apelaba a la Justicia a partir del Artículo 771 del Código Procesal Civil y Comercial dado que este regía sobre “un complejo e intrincado contrato” como el que había suscripto el clan Macri para repartir las acciones. “Se trata nada más ni nada menos que decidir sobre un conflicto entre hermanos-socios, planteado en torno a un muy complejo y detalladísimo contrato llamado “Acuerdo de Accionistas” y su cumplimiento”, se afirmó. El intento de Mariano es recurrir esa decisión que terminó en una “inexistencia de incumplimiento” pese a cerrarle a él el grifo de información sobre esa venta. ¿Qué busca saber? “Comprobar que el precio pagado fue el establecido en la oferta y no otro”, subrayó como respuesta implícita de que no ocurrió.
“La evidencia de un precio diferente al ofertado ha quedado completamente demostrado exhibiendo signos claros de la idea de mantener en absoluto secreto un contrato”, basado en las contradicciones de los demandados a los que señaló por no haber actuado “de buena fe” como “cocontratantes, parientes y socios de sociedades cerradas o de familia”. Cuando empezaron las fricciones, indicó Mariano, le acompañaron una copia simple de la carta de oferta que le habrían enviado a Gianfranco por el paquete accionario. Sostuvo que con esa acción, validaron su reclamo a ser informado. Sin embargo, “no acompañaron constancia alguna de la aceptación de dicha oferta, ni mucho menos constancia alguna que acreditara el pago del precio”, afirma la demanda. La reticencia a exhibir la documentación la calificó como “sospechosa”. Más aún cuando el laudo arbitrar objetado consideró “secreto” el acuerdo. Por eso, pide Mariano que se anule debido a que tomó una “interpretación sesgada y unilateral” de sus parientes, lo que deja abierta la puerta a un nuevo dolor de cabeza para el clan Macri. Y apunta especialmente a los hijos del expresidente y al hermano que quedó como cabeza del holding familiar. Los acusó de “palmaria inconducta de los demandados que faltaron a la lealtad, la buena fe, la verdad, el trato equilibrado y demás normas de conducta incumplidas”.
“Lo que hace el laudo es encubrir una conducta de mala fe, de ocultamiento de la verdad, de amparar una negativa absolutamente abusiva y propia de quien se cree superior y, ¿por qué no? por quien ya habría cerrado su negocio perfectamente y no desea que se sepa que se modificó el precio y/o condiciones esenciales de la oferta irrevocable y de la aceptación irrevocable, violándose desde el principio el Acuerdo de accionistas”, fustigó.
Pero fue más allá y en tono de denuncia, aseguró que el “negocio” se armó “prolijamente” por “un abogado que intervino asesorando a las dos partes al mismo tiempo”. A eso, sumó cambios al año de suscripto en la forma de pago. “Se ha privilegiado un desequilibrio contractual, un ocultamiento de la verdad, una evidente modificación de la oferta y de la aceptación, que se dilucidaba sin problemas con la simple y llana medida de exhibir el contrato y las constancias de su cumplimiento (En especial el pago)”, se denunció.
La sospecha de Mariano es que la conclusión de la operación –de la que declinó participar- se mantuvo secreta debido a que la oferta pudo haber cambiado en el camino, lo que podría haber arrojado alguna ventaja a alguna de las partes involucradas. Sumo a ello que Gianfranco, “sólo podía aceptar la oferta y hacerlo en forma irrevocable”, es decir, no modificarla luego, pero no entrar en “conversaciones”, algo que reconocen que ocurrió pese a que tres de los cinco grupos de la familia la habían declinado. Gianfranco y Mauricio son los blancos. Les pidió que además, paguen las costas.
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