El aumento de casos positivos de coronavirus en los últimos días, puso en alerta al gobierno nacional, que monitorea la situación y evalúa nuevas medidas. “Todos tenemos la sensación de que diciembre fue un mes de mucho relajamiento”, señaló el presidente Alberto Fernández.
“Si vemos que la situación no afloja, veremos de qué modo las fuerzas de seguridad y demás empiezan a actuar en las calles para disipar a la gente, y para impedir que ocurran esas aglomeraciones”, aseveró el presidente Alberto Fernández en declaraciones a Radio 10.
Fue luego de que este miércoles se reuniera con el gobernador bonaerense Axel Kicillof y con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para evaluar el aumento de casos de coronavirus registrado en los últimos días en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
“Todos tenemos la sensación de que diciembre fue un mes de mucho relajamiento, que llevó a reuniones sociales, marchas en Buenos Aires de distintos tipos. Todas cosas que pudieron favorecer que el virus circule, y también planteé lo que vi el 24 a la noche: chicos jóvenes que se reúnen en las plazas sin barbijos, con música a todo lo que da porque tienen los boliches cerrados. Todo eso es caldo de cultivo para el virus. Es muy peligroso”, señaló.
En ese contexto, se refirió al plan de vacunación iniciado el martes 29 de diciembre. “No está en mi naturaleza mentir. Yo les prometí a los jubilados que no iban a perder dinero y que iban a dejar de pagar los medicamentos, y lo cumplí. Prometí que iba a hacer que la sociedad argentina declare legal y público el tratamiento del aborto y lo cumplí. Prometí que antes de fin de año los argentinos iban a vacunarse, y lo cumplí”, enumeró.
“Siempre les cuento la verdad a los argentinos. Sé que muchos prefieren que esa verdad nunca suceda, porque lo sienten como goles en contra, pero no se dan cuenta de que son goles que hace Argentina”, comparó.
Asimismo, indicó que “yo personalmente me he ocupado de tratar de conseguir vacunas desde hace 3 meses. Yo no quería que Argentina estuviera en el submundo que ve cómo el mundo del norte se vacuna y los argentinos miran. Eso es un poco lo que pasa en el sur del mundo”.
Contó, además, que conversó “con todos los laboratorios y debo reconocer que la Federación Rusa tuvo un trato excepcional con nosotros. Logramos ingresar 300 mil vacunas, no 10 mil, y lo único que escucho es poner en duda la calidad técnica de una vacuna desarrollada en un instituto con varios Premios Nobel. No entiendo por qué tan duros y severos con la vacuna de Gamaleya a la que llaman ‘rusa’ adrede”, planteó.
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