Se trata de Aron, el niño de 12 años que perdió la vida tras haber recibido un tiro en la cabeza. Desde el entorno familiar indicaron que -efectivamente- se trató de un accidente. La Justicia aguarda novedades. La tragedia sucedió en el barrio Bicentenario de Río Gallegos.
Una familia de Río Gallegos se encuentra destruida tras la pérdida irreparable de un hijo de doce años que, sin querer, habría accionado el arma reglamentaria de su papá policía.
Tal como lo informó La Opinión Austral, la tragedia tuvo lugar en el interior de una habitación de una casa ubicada en la calle 60, entre 5 y 7, del populoso barrio Bicentenario II de nuestra ciudad capital, en horas de la noche del viernes.
La víctima fatal se llamaba Aron y tenía doce años. La hipótesis más fuerte que maneja el Juzgado de Instrucción N°1, a cargo de Marcela Quintana, es que se habría tratado de un accidente.
Aron habría tomado la pistola reglamentaria de su papá policía y, sin querer la accionó en dos oportunidades. Uno de los disparos dio en su cabeza y el restante rozó en una de las piernas de su progenitor.
Cerca de las diez de la noche de anteayer, una hora después de los disparos y pese al esfuerzo de los médicos del Hospital Regional, se certificó el deceso de Aron.
Ya en la tarde de ayer, cerca de la una, desde el centro asistencial hicieron la entrega del cuerpo del nene y fue trasladado al cementerio, donde lo sepultaron.
La familia de Aron se encuentra destruida y ratifica que se trató de un accidente. En declaraciones a La Opinión Austral, una allegada del nene explicó cómo se encuentran transitando el dolor que les generó la pérdida irreparable del menor.
“Las redes sociales son muy nocivas, vimos muchos comentarios que decían que el papá policía había matado a su propio hijo, después de que se suicidó, la gente opina sin saber y son cosas que duelen mucho”, comenzó diciendo un familiar de Aron, en relación a las réplicas a las publicaciones de la noticia del fallecimiento del nene.
La mujer además explicó que se trató de un accidente. “En mi familia hay más de veinte policías y los nenes están acostumbrados a ver armas. Cada cumpleaños o reunión familiar lo que más ven son policías. Fue un accidente” explicó sobre la cotidianeidad con la que los menores veían a las armas.
Por otro lado, la Policía espera por nuevas directivas por parte del Juzgado de Instrucción que se encuentra abocado a llegar a la verdad y conocer que pasó dentro de esa casa.
La Justicia se encuentra aguardando, en principio y fundamental, por los resultados de las pericias del barrido electrónico realizados en las manos de Aron y de su papá.
Fuente: La Opinión Austral
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