El Intendente de El Chaltén, Néstor Ticó, se reunió ayer con el sub comisario López y la coordinadora del Puesto Sanitario, Sara Fernández, con el objetivo de articular nuevas acciones para reforzar el trabajo en prevención y detección de nuevos casos positivos por COVID-19.
Sobre la base de lo trabajado en el encuentro, el Gabinete de Gobierno tomó la decisión de que el uso de tapabocas sea obligatorio en todo el ejido urbano de la localidad, hecho que se materializó mediante la firma del Decreto 22 del corriente.
Asimismo, en la reunión también se establecieron las pautas para llevar adelante en conjunto un programa de Corresponsabilidad Ciudadana, con el objetivo de intensificar el uso de las medidas de bioseguridad en la comunidad al tiempo que se aumentará la cantidad de testeos que se realiza a la población sintomática.
De acuerdo al último informe oficial El Chalten tiene 74 casos activos de Covid-19. A causa del incremento de la curva de contagios se decidió establecer un Centro de Detección en forma diaria en el Gimnasio Municipal.
El aumento de la cantidad de testeos permite la detección temprana de los casos positivos y posibilita el aislamiento de los contactos estrechos con el objetivo de detener los contagios. También se trabajó sobre la posibilidad de intensificar el abordaje territorial mediante un operativo puerta a puerta, planificado de manera articulada entre los equipos de la Secretaría de Políticas Sociales y de Salud provincial.
Ticó estuvo acompañado por los secretarios de Turismo y de Comercio, Natalia Trejo y Claudio Susic respectivamente, áreas que también reforzarán el control sobre el cumplimiento de los protocolos y medidas bio-sanitarias en los comercios habilitados.
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