El acuerdo logrado entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la compañía Pampa Hemp, fue alcanzado a dos meses de la reglamentación de la Ley 27.350 que posibilita la investigación médica y científica del uso medicinal del cannabis y sus derivados.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la compañía Pampa Hemp, anunciaron el primer acuerdo público-privado para la investigación científica y el cultivo local de cannabis para fines medicinales.
El acuerdo fue alcanzado a dos meses de la reglamentación de la Ley 27.350 que posibilita la investigación médica y científica del uso medicinal del cannabis y sus derivados.
«Es un gran desafío y una enorme oportunidad para la Estación Experimental de Pergamino (EEA), tanto para la institución como para los profesionales que participarán del proyecto», manifestó Ignacio Terrile, director de la EEA.
Terrile explicó que el objetivo principal es el de «iniciar un proceso de generación de conocimientos de alto valor científico-tecnológico, fundamental para el desarrollo de la industria relacionada a la producción de derivados del cannabis en Argentina».
«A partir de la vinculación con Pampa Hemp (una de las empresas fundadoras de la Cámara Argentina de Cannabis), tendremos la ocasión de ser parte en el desarrollo, investigación y cultivo nacional de cannabis, generando tecnología transferible que potencie a la industria. Para el INTA es una experiencia inédita, y apostamos a fortalecer la integración público-privada como una estrategia para estimular la innovación que necesita nuestro país para potenciar su inserción en los mercados agroindustriales globales», destacó Terrile.
El objetivo de este acuerdo es impulsar la producción nacional de materia prima para uso farmacéutico que devenga en aplicaciones médicas y terapéuticas para beneficio de los usuarios argentinos.
El foco estará puesto en las actividades de I+D y productivas con el desarrollo de técnicas de cultivo de cannabis con diferentes variedades genéticas, así como el diseño de protocolos de producción apoyados en la integración y desarrollo de tecnologías locales de trazabilidad, inteligencia artificial aplicada, automatización, sensorización y monitoreo de cultivos que resulten posteriormente escalables a nivel agronómico.
Según se anunció, el producto obtenido será puesto a disposición de la red de laboratorios públicos y privados argentinos, quienes serán los encargados de producir el aceite de cannabis para el consumo medicinal, que se espera que alcance un grado de pureza mayor al 99%.
«Argentina es uno de los principales países agroexportadores del planeta. Contamos con capacidad de innovación para exportar al mundo no sólo nuestra producción sino también conocimiento científico y tecnológico agropecuario, perfeccionando nuestros propios modelos productivos», explicaron Sebastián Tedesco y Pablo Fazio, socios fundadores de Pampa Hemp.
En una segunda etapa el objetivo de INTA + Pampa Hemp será el desarrollo de genéticas propias para fines medicinales y otros usos, mediante la estabilización de variedades locales y la creación de un banco de semillas de cannabis que permita contar con germoplasma adaptado a las condiciones de la geografía y clima del país.
Además, se espera generar exportaciones de la producción local, acercando un producto de alta calidad, con todas las certificaciones correspondientes, a los distintos mercados internacionales.
Desde la Cámara Argentina de Cannabis (ArgenCann) se celebró el inicio del trabajo en conjunto entre el INTA y la compañía.
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