La causa fue “no solamente ‘lawfare’ sino también intromisión y manipulación de procesos electorales y política en general” por parte de miembros del Poder Judicial, cuestionó la vicepresidenta al criticar con dureza al fallecido juez del caso Claudio Bonadio.
Desde su oficina en el Senado, y a través de la plataforma virtual Zoom, detalló que la denuncia que dio origen a la causa fue presentada por los jefes de bloques legislativos de Cambiemos, Federico Pinedo (PRO) y Mario Negri (UCR), entre la primera vuelta electoral y el balotaje en el que la población tuvo que decidir entre Macri y el exgobernador bonaerense Daniel Scioli.
“El 17 de noviembre de 2015, a las 12, en plena rueda cambiaria, Bonadio irrumpe con un allanamiento en el Banco Central. ¿Cuál era el objetivo? Provocar una corrida, una devaluación, un desastre para todos”, continuó la expresidenta, para luego hacer hincapié en que eso ocurrió cinco días antes de la segunda vuelta electoral.
“Cuando llegaron al Gobierno pactaron la tasa de interés que iban a pagarse a sí mismos cuando devaluaran, sabiendo que iban a devaluar. (…) Llegaron al Gobierno, devaluaron, usufructuaron la devaluación en los contratos de dólar futuro y los que estamos acusados somos nosotros, que desendeudamos el país y pagamos la deuda al FMI”, enfatizó.
“Está comprobado que no hubo perjuicio. Hubo ganancias en el balance del BCRA”, sostuvo la exmandataria y luego señaló que los indicadores económicos y el valor del dólar se fueron “al demonio” con la gestión de Alfonso Prat Gay en Hacienda (Cambiemos).
Sobre “dar la cara”, de hecho, versó la primera parte de la exposición de la vicepresidenta, que, no obstante, agradeció la oportunidad de que la audiencia fuera trasmitida y de acceso público, pero lamentó que no la hubieran habilitado a presentarse en persona ante el tribunal.
Después de la primera y más acalorada exposición, llegó el turno de los demás imputados y finalmente del fiscal Raúl Plee, el único que se opuso a la cancelación del juicio. Intervinieron, en este orden, Kicillof; el expresidente del Banco Central Alejandro Vanoli; el actual, Miguel Pesce, que era vicepresidente de esa institución cuando se produjeron los hechos ahora investigados, y las defensas de otros directivos de la institución bancaria.
El gobernador bonaerense afirmó que la causa fue una “infamia absoluta” usada para “ganar elecciones” y pidió a la Cámara Federal de Casación “terminar con esta farsa”.
“Esta causa se usó para un negociado” de quienes fueron funcionarios del Gobierno de Macri, agregó el mandatario provincial, al declarar desde su despacho en la Casa de Gobierno de La Plata, donde aseguró que “nunca hubo delito”.
A su turno, Pesce sostuvo que la audiencia de hoy no hubiera sido necesaria “si durante la tramitación de la causa se hubiese realizado la pericia fundamental”.
“No hubo delito, ¿por qué seguir con este juicio? Si no tuviera la trascendencia pública que tiene este debate, no estaríamos acá. Señores jueces, señora jueza, tienen la posibilidad de poner fin a esta aventura judicial. La prueba básica para estos casos es la pericia técnica”, les dijo el presidente del BCRA a los magistrados.
En dirección contraria a todas las exposiciones, el fiscal Plee reclamó que se lleve adelante el juicio oral y público tras considerar que la pericia técnica que determinó que con aquella operatoria no se afectaron las arcas del Estado no es una “prueba exclusiva ni excluyente”.
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