La única información oficial partió del Ministerio de Salud de Nación, que efectivamente reconoció que una partida de vacunas fue enviada el 23 de enero en un vuelo de Aerolíneas Argentinas a El Calafate. Pero mencionó que fueron 10 dosis en vez de 60, como menciona la denuncia.
En dos oportunidades el comunicado ministerial menciona que el envío se realizó a pedido del Hospital SAMIC de El Calafate. E indicó que el intercambio de insumos es algo habitual entre hospitales nacionales y que las vacunas son remitidas a Santa Cruz en aviones.
La información no es precisa como amerita y exige este tema tan sensible a la comunidad.
Las vacunas efectivamente llegan a Santa Cruz en avión, pero siempre lo hicieron a través del aeropuerto de Río Gallegos. Desde la capital se distribuyen por tierra a las localidades. Además si bien es habitual el intercambio de insumos, no es común el envío de vacunas contra el COVID por fuera del circuito formal.
Se pudo saber que ante este llamativo silencio, el clima en el SAMIC no es bueno. Hay sorpresa y a la vez molestia por esta situación que estaba fuera del conocimiento de muchos, inclusive de directivos que están involucrados en el procedimiento de vacunación.
En los registros del Hospital no estaría asentado ningún traslado de vacunas desde el aeropuerto en esa fecha.
Las dosis llegaron a El Calafate cuando aún se estaba vacunando solamente al personal del sistema de salud, por lo que de acuerdo al N° de lote divulgado por el Ministerio de Salud, debería haber sido aplicado a ese sector de la población.
Toda esta situación se da en momentos en que la Dra. Verónica de Cristófaro, quien presidía el Consejo Administrativo del SAMIC, asume su cargo de Subsecretaria de Articulación Federal en el Ministerio de Salud. Aún se desconoce quien ocupará su lugar.
En tanto los directores del hospital no responden a las consultas y desde el área de prensa informaron que no habrá comunicados por el momento.
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