Rodrigo Curaqueo fue hallado sin vida ayer cuando se encontraba alojado en un calabozo de la Comisaría Quinta tras haber sido aprehendido por la rotura de vidrios de su casa y por la agresión verbal contra su madre y la pareja de esta.
La versión policial es se ahorcó, pero sus allegados aseguran que se trató de un homicidio y postearon en redes sociales fotografías del cuerpo donde además de observarse laceraciones en cuello presenta signos de golpes en el cuerpo.
Durante los incidentes de este jueves al mediodía, uno de sus cuatro hermanos, evidentemente alterado, dio varios puntapiés a la puerta de acceso a la morgue.
Los ánimos volvieron a caldearse cuando aparecieron tres oficiales de la policía, entre ellos la jefa de la Comisaría Primera, Ercilia Calderón, para acompañar a médicas del Departamento de Psiquiatría que procuraban asistir a la madre del fallecido, Andrea Muñoz.
Los manifestantes no solo les gritaron “asesinos” sino que algunos de ellos también les arrojaron botellas que contenían agua mineral, aunque ese incidente no pasó a mayores.
Más tarde, por intervención de la directora del área Derechos Humanos, Sara González, se conoció la novedad de que el cuerpo no sería llevado a Puerto Deseado y que se esperaría la llegada de un médico forense, aunque no se precisó desde que localidad y cuándo ocurriría.
Por separado, el Juzgado de Instrucción a cargo de Marcos Pérez Soruco emitió un breve comunicado de prensa informando que para garantizar la imparcialidad de la investigación ordenó apartar a los policías que estaban de turno cuando se produjo el fatal desenlace.
Avanzada la tarde de este jueves, el perímetro de la Comisaría Quinta, en el barrio Rotary 23, estuvo fuertemente custodiado por uniformados de cuerpos antimotines en prevención de que repitieran disturbios como los ocurridos esta madrugada.
Pero la tensión social volvió a subir alrededor de las 17 en el acceso a la morgue cuando familiares y amistades de la víctima fueron informados de que un médico policial dispuso que no se hiciera la autopsia ya que se consideraba que Rodrigo era positivo de COVID-19.
Esto volvió a enardecer los ánimos de los deudos que volvieron a acusar a la policía de querer encubrir burdamente un homicidio y consecuentemente las investigaciones judiciales.
Al cierre de este informe periodístico la gente continuaba en ese lugar y no querían que se entregara el cadáver sin que antes fuera sometido a un examen forense.
0 comments