El tenis argentino se ve salpicado, una vez más, por una enfermedad difícil de erradicar: el arreglo de partidos y las apuestas. Franco Feitt, de 28 años, nacido en Río Gallegos y cuyo mejor ranking individual ATP fue 920° en enero de 2020 (y 437° en dobles, en marzo del año pasado), fue suspendido de por vida del circuito por la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) después de “admitir múltiples casos de arreglo de partidos entre 2014 y 2018”. Es el mayor castigo recibido por un jugador argentino tras violar el Programa Anticorrupción.
El caso, según informó la ITIA (ex Unidad de Integridad del Tenis; desde enero, el organismo con sede en Londres cambió de nombre), fue considerado por el oficial de audiencias anticorrupción Raj Parker, “quien dictaminó que a partir del 12 de abril de 2021, Feitt tiene prohibido permanentemente jugar o asistir a cualquier evento de tenis autorizado o sancionado por los órganos rectores del tenis”. Además, el argentino recibió una multa de 25.000 dólares.
La actualidad de Feitt estaba dividida entre una escasa competencia y el trabajo como entrenador. De hecho, la semana pasada compitió en dobles en el M15 (ex Future) de Monastir, Túnez: en pareja con el argentino Franco Agamenone y alcanzaron los cuartos de final. Desde este año, además, trabaja en Barcelona, como entrenador de la ‘Ad in Tennis Academy’ e, inclusive, en las últimas horas seguía en Túnez como coach de algunos jugadores de ese centro deportivo.
En la web de la academia, Feitt es presentado así: “Después de su etapa como jugador, con un Ranking 900 ATP en singles y 400 ATP en dobles, decidió dedicarse a ser entrenador, llevando ya más de 5 años viajando y formándose en varias Academias de Sudamérica, África y Europa, llevando a jugadores/as en etapas formativas y viajando con muchos de ellos a torneos ETA, ITF Juniors y ITF Pro. Durante este período de tiempo obtuvo un título de Nutrición Deportiva enfocado a la suplementación para deportistas profesionales”.
Feitt es de la camada 1992, la misma, por ejemplo, de Diego Schwartzman, Andrea Collarini y Renzo Olivo, entre otros. También, la misma de Nicolás Kicker, el argentino que volvió a competir en febrero pasado tras cumplir una suspensión de dos años y ocho meses por arreglo de partidos en 2015. Además, Feitt se entrenó en la academia de Juan Pablo “Polaco” Brzezicki, actual coach de Kicker y quien también entrenaba al jugador nacido en Merlo cuando cometió las infracciones por las que fue sancionado por la TIU en 2018.
En una de las fotografías de Feitt en las redes sociales se lo ve con Rubén Puerta, coach de Juan Ignacio Chela cuando dio doping en 2001 y padre de Mariano Puerta (9° del mundo en 2005 y protagonista del caso de doping -en la final de Roland Garros 2005- más escandaloso de la historia del deporte argentino después del de Diego Maradona en el Mundial de 1994). Además, los acompaña el tenista guatemalteco Christopher Díaz-Figueroa, tras ganar el título de dobles del Future Bolivia 2, en La Paz, en septiembre de 2015. Díaz-Figueroa, 326° de singles ATP en 2011, también fue sancionado: fue en noviembre de 2018, por dos años, tras admitir un amaño de partidos en un torneo de Praga 2017.
Otro tenista sudamericano suspendido de por vida por “arreglo de partidos, corrupción y destrucción de evidencias” fue el brasileño Joao Souza, recordado por su maratónico partido de Copa Davis en 2015 contra el correntino Leonardo Mayer (duró 6 horas y 43 minutos).
Feitt, que era investigado desde hacía tiempo por la ITIA por múltiples infracciones al Programa Anticorrupción como “idear, directa o indirectamente, el resultado” de partidos, no sumó partidos ATP y se movió, por lo general, en los ex Futures, la tercera categoría del tenis profesional, en la que es habitual que los protagonistas tengan mayores obstáculos para desarrollarse.
Hace unos días, en un informe al que tuvo acceso LA NACION, se comunicó que entre enero y marzo de este año la ITIA recibió un total de 23 alertas de partidos a través de sus Memorandos de Entendimiento confidenciales con la industria regulada de las apuestas y diez de ellos fueron en encuentros de M15 (ex Futures), además de cuatro en torneos de ATP 250. Cada alerta notificada a la ITIA se registra, evalúa y realiza un seguimiento como un indicador de que puede haber sucedido algo inapropiado, aunque una alerta por sí sola no es evidencia de arreglo de partidos. Cuando el análisis de una alerta coincide y sugiere actividad corrupta, la ITIA hace la investigación confidencial.
Si bien Feitt ya competía poco, su caso genera impacto, es una mancha para el tenis nacional y pone en evidencia -otra vez- un proceder inmoral y oscuro en el que caen algunos tenistas.
Los otros jugadores argentinos sancionados por no cumplir el Programa Anticorrupción del Tenis:
14/6/2018: Federico Coria fue suspendido por 8 meses y US$ 10.000 (reducido a 2 meses y a US$ 5000 con la condición de que no cometa más delitos) por no reportar enfoques corruptos en el Future de Sassuolo (Italia) en 2015 y no colaborar con una investigación de la TIU. “El teléfono celular suministrado a la TIU para su examen se había devuelto a su configuración de fábrica, aunque se aceptó que no se había hecho con un propósito inadecuado”, comunicó el organismo.
19/6/2018: Nicolás Kicker fue suspendido por 3 años (la pena era de 6, pero se redujo la mitad mientras no cometa más infracciones) y multado con US$ 25.000 por arreglar un partido en el Challenger en Padua (Italia), en junio de 2015, y otro en Barranquilla (Colombia), en septiembre de ese año. En marzo de 2020 le achicaron el castigo a 2 años y 8 meses. Volvió a jugar en febrero pasado.
3/9/2018: Patricio Heras fue suspendido por 3 años y multado con US$ 25.000 por haber cometido “delitos”, entre ellos arreglar un partido en el Challenger de Barranquilla, 2015. El inicio de su suspensión fue retroactivo al 27/7/2018.
OPINIÓN: Carne de cañón para los flagelos
El tenis argentino es, históricamente, periférico. Está lejos del centro mundial. El eje del circuito mayor se encuentra en el hemisferio norte (EE.UU. y Europa); allí se maneja el dinero y el poder. Alcanza con observar el origen de los principales sponsors. Desarrollar la riquísima materia prima que hay en el país es dificultoso por la escasez de recursos económicos; son pocos los que llegan. La Argentina está en condiciones desiguales con las potencias. Por otro lado, aparecen perversas tentaciones como los amaños de partidos y las apuestas, enormes incentivos para tenistas deshonestos y -también- desprotegidos por un sistema que expulsa a los que no están entre los cien mejores.
A su vez, el circuito padece un tema contradictorio, de incompatibilidad: las casas de apuestas como auspiciantes de los torneos (el último Miami Open es un ejemplo). El deporte profesional incentiva las apuestas, entonces, las mafias arman su negocio paralelo. El tenis argentino sigue sufriendo esas trampas. Y es carne de cañón para los flagelos. Hace años, el doping. Hoy las apuestas.
Por Sebastián Torok – La Nacion Deportiva
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